Cepsa invirtió en 2019 10,8 millones de euros en iniciativas para mantener la seguridad de sus instalaciones en San Roque. La compañía señala que la seguridad es un "eje fundamental" a la hora de desarrollar las operaciones en sus centros industriales y por eso cada año invierte en proyectos de mejora en este campo para implementar las últimas novedades en el sector.

Además, el año pasado se llevaron a cabo 88 simulacros de emergencia para practicar y comprobar la eficacia y se impartieron más de 23.000 horas de formación en materia de seguridad dirigidas tanto a empleados de la compañía como al personal de las empresas auxiliares que trabajan en las instalaciones.

En año pasado se puso en marcha un programa de caminatas de seguridad en la refinería Gibraltar-San Roque y en la planta química de Puente Mayorga con el objetivo de incrementar la seguridad, el orden y la limpieza en las plantas y se llevó a cabo la implantación del modelo PSM (Process Safety Management), un sistema de gestión global de seguridad en los procesos.

Además, la seguridad en Cepsa es auditada cada año de forma interna y externa y el centro industrial de San Roque, según indica la compañía, superó las exigencias de los auditores, que renovaron la certificación internacional OHSA 18001 sobre sistemas de prevención de riesgo y aprobaron la inspección del sistema de gestión para la prevención de accidentes graves, entre otros.

Las instalaciones de Cepsa en San Roque continúan con un nivel bajo de Índice de Frecuencia de Accidentes Laborales. Este indicador, que mide el número de lesionados con baja médica por millón de horas trabajadas, es de 1.6 en la refinería, mientras que en la planta química de Puente Mayorga es de cero. "Un logro posible gracias a la observación preventiva, la implantación de acciones correctoras, el cumplimiento riguroso de los planes de seguridad, la evaluación de los riesgos y la concienciación", indica la empresa.