Aniversario

Sotogrande resurge con fuerza a los 60 años tras sobrevivir a dos grandes crisis económicas

Las personas que impulsaron Sotogrande en sus inicios posan junto a McMicking (a la derecha).

Las personas que impulsaron Sotogrande en sus inicios posan junto a McMicking (a la derecha). / Cedida por Mercedes Colombo

La historia comienza con una moto. Probablemente una Vespa. Quizás una Bultaco, una Montesa o una Ossa. Da igual. El protagonista es el hombre que la conduce. Se llama Freddy Melian y trabaja en Ayala Corporation, un grupo inmobiliario con sede en Manila. Justo cuando preparaba sus vacaciones, un directivo de Swiss Air le ha regalado un vuelo por ser un cliente fiel de la compañía. Esa es la buena noticia. La no tan buena es que comenta en su empresa que se viene a España a relajarse unos días y su jefe le da trabajo. Ya que va a estar por la península, por qué no busca un terreno que cumpla tres requisitos. El primero, que tenga al menos un kilómetro de costa. El segundo, que sea de fácil acceso. El tercero, agua. Mucha agua. Por eso va en la moto. Mirando.  

El jefe es el coronel y empresario norteamericano-filipino Joseph McMicking, que sueña con construir una urbanización de lujo que atraiga a familias de un alto poder adquisitivo a las que seduzca la privacidad, el deporte y la calidad de vida, más que las fiestas y el bullicio del levante o la cercana Marbella. Cuando Melian llega a una finca de nombre Paniagua entre el Mediterráneo y la Sierra Almenara, detiene la moto y observa. Agua no falta: el río Guadiaro fluye por todo el valle y lo convierte en un vergel. Ve un avión aterrizando en Gibraltar y piensa que a un paseo en coche, tras las montañas, está el aeropuerto de Málaga, inaugurado casi 20 años antes. Y hay playa de sobra. Freddy sonríe. Lo ha encontrado. 

Cuando Freddy vuelve lleva algunas propuestas bajo el brazo. Una de ellas es la isla de Formentera, pero, tras un estudio exhaustivo, McMicking y sus sobrinos Jaime y Enrique Zobel deciden comprar aquella finca a la que el directivo llegó en moto en aquel lugar llamado San Roque, en el Campo de Gibraltar. Después adquirieron cuatro cortijos limítrofes: Sotogrande, Valderrama, El Conchudo y Los Canos. Ya solo había que urbanizar aquel paraíso de 1.317 hectáreas.

De esta historia hace ya 60 años. En el actual Sotogrande hay más de 7.000 propiedades privadas, unas 300 empresas y uno de los mejores colegios internacionales de España, que cuenta este curso con 1.300 alumnos, otra de las piezas claves su desarrollo, porque: ¿qué es lo primero que busca una familia cuando va a mudarse? Efectivamente, un buen colegio.

Todo esto repartido en un terreno de 20 kilómetros cuadrados, con una densidad urbanística que no supera el 25% y que sigue brindando todo lo que prometía a aquellas familias que buscan la discreción, el deporte y el buen clima. Ya no es siquiera uno de los destinos turísticos más codiciados de Europa. Es mucho más. La pandemia del coronavirus terminó por impulsar a muchos de los que eran visitantes de vacaciones para establecerse aquí. En 2019, según el padrón tenía 2.208 residentes. El 1 de enero de 2022 había ya 3.572. 

De los duques de Alba a los herederos de Francia, los grandes apellidos españoles la escogieron desde mediados de los años 60 para pasar las vacaciones, en un ambiente selecto, pero familiar, donde todos se conocían. Miembros de la casa real de Brunei, modelos, empresarios de todo rango, oligarcas rusos e incluso comunicadores de éxito, como Ana Rosa Quintana, o banqueros y políticos se han reunido en este monumento a la discreción y el deporte en el que llegó a veranear durante varios años Sarah Ferguson.

Pero no todo ha sido un camino de rosas. Sotogrande ha vivido sus altibajos, aunque siempre ha sabido sobrevivir cuando tocaba y crecer cuando se podía. En 2008 sufrió mucho, muchísimo, la crisis económica. El palo se extendió durante años. El crack había llegado también a las grandes fortunas, pero ahora está en otra cosa. En 60 años ha ido adaptándose a su propio crecimiento con infraestructuras, servicios, educación, deporte en busca de un turismo diferente que ha supuesto un motor económico y empresarial, de creación de puestos de trabajo y riqueza para la zona. Y ahora recoge los frutos.   

"Nos esperan emocionantes desafíos en el futuro y un camino por recorrer", explica Isidoro Mínguez Barbero, presidente del Consejo de Administración y representante de Orion, el fondo de inversión que desde 2017 es el propietario único de Sotogrande LuxCo. "Queremos continuar la filosofía que siempre ha caracterizado a Sotogrande: familia, privacidad, deporte y calidad de vida. Queremos seguir siendo fieles a su esencia de McMicking", subraya.

Actividades deportivas para familias en los primeros años de Sotogrande. Actividades deportivas para familias en los primeros años de Sotogrande.

Actividades deportivas para familias en los primeros años de Sotogrande. / Sotogrande

Mínguez afirma que Sotogrande cada vez aporta "más economía, más puestos de trabajo, más negocio" a una zona en la que ha invertido "más de 200 millones de euros invertidos en los últimos seis años". Ahora tiene 350 empleados, el 94% residente en el Campo de Gibraltar. "Nuestra inversión en infraestructuras ha impulsado el turismo y la calidad vida en la región, con oportunidades para emprendedores locales, nacionales e internacionales y una comunidad de residentes cada vez más numerosa", apostilla.

El reto para el futuro es, sobre todo, hacer un Sotogrande "más verde". Ya en el año 74 se construyó una de las primeras depuradoras de Andalucía. Ahora busca más zonas verdes y el uso de tecnologías limpias. "Además, queremos aumentar significativamente nuestra implicación con el municipio, la provincia y Andalucía porque gran parte del éxito se debe a la calidad personal de los trabajadores del Campo de Gibraltar que nos han ayudado a construir Sotogrande", dice.

El polo y el golf han marcado el desarrollo de Sotogrande desde sus comienzos, convirtiendo al destino en un referente mundial y atrayendo a miles apasionados de esto deportes que, de un tiempo a esta parte, han decidido quedarse a vivir en este paraíso andaluz de carácter internacional. Muchos de ellos, hijos y nietos de aquellos primeros que venían sólo de vacaciones. 

La historia del golf comenzó ligada a los inicios del resort, en los 60 se fundó el Real Club de Sotogrande, en 1974 se inauguró Las Aves que posteriormente pasó a llamarse Valderrama convirtiéndose en uno de los mejores campos de Europa y del mundo, a finales de los 90 se sumó Almenara Golf y en 2003 La Reserva Club.

Sotogrande es el hogar de cinco clubes de polo de una zona que se ha convertido en la capital española de este exclusivo deporte, un destino clave en las principales competiciones y que acoge la tercera de las cuatro etapas del Torneo Internacional de Polo que comienza en EEUU, pasa por Reino Unido y termina en Argentina. Ayala Polo Club ha organizado la 52º edición de este campeonato que ha reunido este verano a los mejores polistas del mundo.

Juan Carlos Ruiz Boix, alcalde de San Roque, recuerda la "brillante idea que tuvo McMicking y en la que le acompañó en esos primeros años Enrique Zobel para crear la mejor zona residencial de Europa". "A ambos les debemos las conquistas de estos 60 años de crecimiento tras nacer alrededor de ese concepto de familia que ahora los nuevos propietarios, Orion, han querido fortalecer con más inversiones como The Beach". El regidor se refiere la laguna artificial más grande de España, donde se recrea al detalle todo lo que puede ofrecer un enclave de costa con el máximo lujo.

"En estas seis décadas hemos mantenido un compromiso con los diferentes propietarios porque el turismo que atrae permite alcanzar grandes cotas de empleo en todo el Valle de Guadiaro", reflexiona Ruiz Boix.

Sesenta años después, en San Roque hay nueve campos de golf, cinco de ellos en la urbanización. El primero fue el Real Club de Golf de Sotogrande y el máximo prestigio se alcanzó cuando Valderrama acogió la celebración histórica de la Ryder Cup del 97. "Nos nos dejó una vía de alta capacidad (AP-7), entre otras cosas", recuerda el alcalde.

Ahora hay más de 5.000 viviendas, la mayoría (más de 2.000) en la zona del Puerto. La náutica siempre ha sido el tercer atractivo de la zona. De ahí lo del "kilómetro de costa". Alrededor del Puerto Deportivo y la Marina, el centro para los amantes de la vela y los deportes del mar, que incluye al Real Club Marítimo de Sotogrande, también recibió un impulso la urbanización. Además, hay clubes de tenis y pádel, un centro ecuestre y dos clubes de playa. "Es una apuesta por la calidad, la excelencia y el desarrollo sostenible con un urbanismo moderado", apostilla Ruiz Boix. 

Sotogrande estima que durante el mes agosto, el de mayor afluencia, la urbanización, construida por el arquitecto Robert Trent Jones en torno al único campo de golf que existía entonces, acoge ahora a 27.000 habitantes.

Sotogrande celebra durante todo el año su 60 cumpleaños con un amplio calendario de eventos. En una fiesta a principios de octubre, Mercedes Colombo, delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en la provincia de Cádiz, sacó un recuerdo "muy especial". "Guardo con cariño una foto en la que mi padre, Emilio Colombo, en 1962, desde un Mirador contemplaba con otra muchas personas lo que hoy es una realidad", dijo. Emilio Colombo era topógrafo y colaboró en medición terrenos. "Es un enclave para el ocio y el descanso, así como un referente turístico, económico, deportivo y cultural, pleno de belleza natura y de una singularidad única en Andalucía".

"Es un motor de empleo en la provincia de Cádiz. Se ha recorrido un largo camino. Cada calle, cada edificio cuenta una historia de dedicación, perseverancia y trabajo por esta tierra", resumió.

Un elemento clave del estilo de vida de Sotogrande es su oferta residencial y las comunidades privadas situadas dentro de los confines de La Reserva Club. Estas comunidades están dirigidas a clientes con presupuestos variados, desde la más premium, The Seven (precios de parcela a partir de 7.600.000 euros), hasta Village Verde, una colección de áticos y apartamentos de lujo (precios a partir de 990.000 euros).

La promoción más reciente de La Reserva, Village Verde, consta de 121 apartamentos ubicados dentro de las seis hectáreas de zonas verdes de La Reserva, lo que ofrece a los residentes una sensación única de comunidad moderna. También se beneficia de un sinfín de servicios, que incluye piscinas, gimnasio, spa, senderos para correr y jardines, todos ellos incluidos en los paquetes de propiedad. Recientemente también se ha inaugurado un nuevo hotel de cinco estrellas: el SO/Sotogrande Spa & Golf Resort. El futuro, ahora sí, es halagüeño.

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