Jornada de caídas generalizadas en las principales bolsas. El temor a la ralentización económica y las tensiones inflacionistas, junto con la incertidumbre derivada de Ucrania y del impacto socioeconómico de los confinamientos en China siguen siendo un lastre.

Tras los negativos datos de inflación conocidos ayer en la Eurozona (+8,1% interanual), la caída de ventas minoristas en Alemania en abril (-5,4% mensual) y el descenso del PMI manufacturero en la Eurozona en mayo hasta 54,6 puntos confirman la ralentización del consumo de los hogares y del sector industrial y, en general, de la actividad económica. Los inversores continúan atentos a ver qué prioriza el BCE, si inflación o crecimiento económico. A priori, se espera una subida de 25 puntos básicos en la reunión del BCE de la semana que viene.

En EEUU, el inesperado avance en mayo del ISM manufacturero y del índice de nuevos pedidos, así como el positivo dato de ofertas de empleo (11,4 mn en abril), añaden mayor incertidumbre. La Fed podría endurecer la política monetaria más de lo previsto para controlar la inflación (+8,3% interanual en abril) ante la fortaleza del mercado laboral.

En Asia-Pacífico, la jornada ha tenido un tono mixto. La probable contracción de la economía china y la incertidumbre respecto a la política zero Covid parecen inquietar a los inversores.

El Íbex 35 cayó un 1,18%, más que otros índices europeos. La mayor subida se la lleva Acciona (3,45%), mientras que Telefónica (-2,69%) es el más castigado.

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