Javier Sánchez Menéndez

Juanjo Téllez

Tribuna

07 de marzo 2019 - 01:45

El 27 de enero de 1939 sale de España María Zambrano. Manuel Muñoz conducía el gran Hispanosuiza destino al exilio. La acompañaban su madre, Araceli Alarcón, su hermana Araceli, dos niños, sus primos José y Rafael Tomero, Rosa la criada y Mikel, el perro de los niños. El camino de ese exilio o expulsión fue duro hasta llegar a París. De ahí a Nueva York, La Habana, México, Puerto Rico, París, Roma, Ginebra… Muchos son los destinos de un exiliado político, pero mucho mayor es la angustia que padece y sufre.

La política siempre ha maltratado a la Cultura. Y lo ha hecho a veces a conciencia y en otras ocasiones por mero desconocimiento. Y viene esto al caso por el cese fulminante, al frente del Centro Andaluz de las Letras -institución dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía- de Juan José Téllez Rubio (Algeciras, 1958). Con la cultura pasa lo mismo que con la educación. Un partido entra en el poder y destruye todo lo que sus antecesores habían hecho. Lo grave del asunto es que lo hacen sin importarles si eso que habían hecho estaba bien o estaba mal.

Desde 2012, Juanjo Téllez estaba al frente del Centro Andaluz de las Letras y si algo se le puede agradecer a este escritor es la labor realizada. Una labor que ha sabido mantener en armonía todas las rencillas propias del gremio de escritores, del mundo de la cultura en general. En un país donde ya hay más autores que lectores, la misión de Téllez ha sido digna de elogio. Y lo ha sido por esa mencionada armonía y coherencia, pero también, y es importante destacarlo, porque ha sacado adelante una institución con un paupérrimo presupuesto. Juanjo Téllez ha defendido lo andaluz en España y en el extranjero, y ha sabido traer a Andalucía lo mejor de España. Ha contado con un equipo de profesionales implicados en una difícil labor, la cultural, en un país donde a la cultura se le otorga poco crédito y menos importancia. A lo largo de la historia de este país ha habido muchos casos parecidos al de Téllez. Ceses, nombramientos, vinculaciones, y siempre la política ha dejado su rastro, su nefasto rastro.

El 20 de noviembre de 1984 María Zambrano pisa de nuevo suelo español. Y aquí permaneció hasta 1991, fecha de su muerte en el Hospital de la Princesa de Madrid. La Junta de Andalucía anunciará en los próximos días al nuevo director o directora del Centro Andaluz de las Letras. Tal vez sea alguien que venga con las mejores intenciones y realice una labor digna, pero esperemos que la sombra política no interfiera en los asuntos de la cultura. Porque esta comunidad necesita menos política y más cultura.

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