Un libro recupera las huellas de la comarca en la odisea de Bobastro

Francisco Ortiz reconstruye la rebelión de Omar Ben Hafsún sin olvidar la influencia de la zona en ese histórico episodio

D. C. / Algeciras

27 de octubre 2010 - 05:00

Bobastro, al norte de la provincia de Málaga, en el actual término municipal de Ardales, fue el antiguo poblado donde Omar Ben Hafsún estableció la capital de sus dominios, en 880, al sublevarse contra el emir de Córdoba. Allí, durante cuatro décadas, resistió a los omeyas. En el cénit de su poder, llegó a gobernar las provincias de Málaga y Granada. Es uno de los episodios principales de la historia de Al-Andalus y ahora el profesor Francisco Ortiz acaba de publicar un libro que recupera este relato. En la obra se pueden encontrar las huellas del Campo de Gibraltar en esta convulsa etapa. El título del trabajo es Bobastro. La ciudad de la perdición. Gloria y refugio de la cristiandad.

"Algeciras, la al-Yazirat al-Jaddra, jugó un papel importante, apareciendo muy frecuentemente en las crónicas que relatan la rebelión de Bobastro, ofreciendo el libro datos desconocidos para el público y el lector algecireño interesado en los temas históricos y generales de su ciudad", destaca el autor.

"Algeciras y sus caudillos, indígenas cristianos aliados del rebelde de Bobastro, aparecen numerosas veces en las crónicas, en medio de hechos, sucesos, campañas y anécdotas muy interesantes. En concreto el libro aborda la totalidad de esas apariciones de Algeciras -diez veces- en las violentas guerras entre árabes e indígenas hispani entre los años 879 y 928", añade Ortiz.

En el libro, de casi 800 páginas, la comarca es incluso protagonista en algunos momentos, en su segundo capítulo, por ejemplo. "Es -detalla el historiador- un monográfico sobre la conquista musulmana entre los años 711 y 718, con todas las novedades de las últimas investigaciones y un estudio profundo y extenso de los lugares concretos donde tuvieron lugar las batallas, en especial la tradicionalmente llamada del Guadalete, cuya ubicación correcta hay que situar sobre el río Almodóvar".

El hispanus Omar Ben Hafsún -que en la última fase de su rebelión se hizo bautizar recibiendo el nombre cristiano de Samuel (899)- lideró a esa población indígena que permaneció fiel a sus creencias ante el avance islámico. Bobastro se convirtió en un símbolo que ha querido consagrar Ortiz. "El libro no sólo aporta rigurosas propuestas de ubicaciones geográficas y una interpretación histórica complementaria, sino que tampoco olvida ninguno de los detalles con que nos deleitan las crónicas originales", cuenta.

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