Adolescentes alegres, bondadosos, solidarios, pero también jóvenes mal criados, caprichosos, engreídos. ¿Qué hacer ante este problema? Los progenitores están muy preocupados triunfando en sus quehaceres laborales y sociales. Los A.A. son la solución.

Los A.A. (Amigo o Amiga Artificial) son pacientes, educados, atentos, serviciales. Su único deseo es ser útil a cualquiera de estos adolescentes.

La protagonista de este magnífico libro es Klara, una A.A. de última generación, aunque ya están en el mercado los B3. Klara necesita al Sol, es su batería natural, pero ella lo contempla como un ser benefactor, ¿divino?; el sol es el que regala la vida. El gran enemigo es la polución, la contaminación entristece el día y nos enfurece. Para Klara la máquina Cootings y su polución son los culpables de la enfermedad de Josie.

La historia está contada en primera persona por Klara, que tiene la inocencia de un niño pequeño. Ella va analizando y aprendiendo de la familia, de los adolescentes, de los humanos en general. Klara parte de cero, desde el escaparate de la tienda, por su observación, desarrolla las emociones, sus sentimientos, sus conocimientos. Pero leer el corazón de los humanos no es fácil, vida-enfermedad-muerte, descifrarlo es complicado.

Josie es la adolescente que tiene que cuidar Klara, su madre es Chrissie, y su padre Paul. La familia está separada. Su hermano murió, pero sigue estando muy presente. Chrissie solo vive para su trabajo, siempre está supeditada a los resultados laborales, al beneficio, aunque hace eternas las despedidas a su hija. Paul no se supedita a nada, desea ser libre, centra su existencia en sus inventos. Josie tiene un amigo, Rick, pero ni pertenece a su misma escala social ni es partidario de los A.A. Dentro de esta pequeña colmena de personajes también tenemos que señalar al Señor Capaldi y su creación “artística”.

Es una historia de ciencia ficción para indagar el comportamiento humano, sus emociones, sus relaciones personales, su maduración afectiva, los cambios de humor, el amor y el odio. Las descripciones de Klara son geniales: la que realiza sobre los abrazos de la madre a su hija es para enmarcar. Y el estudio en casa a través de los ordenadores sin ningún contacto humano es aterrador. Es una gran metáfora para conocernos mejor, seguro que te hace recordar a Pinocho, de Carlo Collodi. La recomiendo para los chavales a partir de 14 años, para que contemplen cómo nos ven desde fuera una mente “no humana, pero con mucha humanidad”.

Kazuo Ishiguro aunque nació en Nagasaki en 1954, podemos indicar que es un autor más inglés que japonés. Kazuo es un narrador detallista, sin prisas, creando expectativas en el lector para continuar con la lectura. Como su A.A., Kazuo tiene una gran capacidad de observación fuera de lo común y nos lo transfiere como si fuese trascendental. Tiene publicadas nueve obras y ha ganado múltiples premios: Pálida luz en las colinas (Premio Winifred Holtby), Un artista del mundo flotante (Premio Whitbread), Los restos del día (Premio Booker), Los inconsolables (Premio Cheltenham), Nunca me abandones (Premio Novela Europea Casino de Santiago) y el premio Nobel de Literatura.

Ficha literaria: Klara y el Sol. Autor: Kazuo Ishiguro. Premio Nobel de Literatura. Editorial: Anagrama (Barcelona).