Cultura

Esos juguetes para la imaginación

  • Más de seis mil personas han pasado en Algeciras por la exposición de piezas antiguas y de colección l coleccionismo Francisco Carvajal lleva muchos años dedicado a coleccionar estos viejos juguetes que nos trasladan a otro tiempo

Parecen de hojalata, pero son de papel. Son figuras de tal perfección en las que detrás hay una mano experta. Son camiones, coches, taxis, autobuses, que muestran el arte del recortable y forman parte de la ya tradicional exposición de juguetes antiguos que hasta el pasado jueves se ha desarrollado en Cajasur, en Algeciras. Una muestra que ha batido un nuevo record de visitas. 6.112 personas la han disfrutado, de ellas 1.900 niños. Junto a ellos, las mariquitas, los cromos que nos trasladan a otras épocas.

"Los niños preguntan que ¿cómo se juega a eso?", señalaba Francisco Carrascal, presidente de la Asociación Reyes Magos a quien pertenece esta interesante colección. Él les responde que "con la imaginación". Con la cara de asombro se fijan a través de la vitrina que los resguarda en ese aro, en el trompo, en el palicache o en las canicas con los que se jugaba en la calle.

En otra vitrina próxima los clásicos soldaditos de plomo permanecen impasibles al tiempo. Y sobre ellos, una interesante colección de figuras, también de plomo, que nos hacen recorrer todas las fases del toreo: "Desde que sale el aguacilillo, el monosabio con el picaor, el rejoneador hasta el banderillero", señala Carrascal.

Pero si hay una figura que marcó época fueron los Geyperman. Figuras nacidas en 1975. Carrascal dispone de interesantes piezas, algunas muy antiguas. Su tamaño, articulación, cabello, cicatriz y toda su gama de uniformes fueron sus características más apreciadas por una generación que lo convirtió en líder de los juguetes de acción.

Más antiguos, los Madelman, tienen su origen en los años 60 y vinieron de EEUU. En España se lanzaron al mercado en el 68. Aunque el juguete más antiguo, un barco de hojalata en el que los aviones que lleva sobre su cubiera se mueven si le das cuerda, se remonta a 1918, la mirada se queda quieta sobre un precioso proyector de cine datado en 1931. Un aparato que "tuve de chico pero que, cuando llevaba un rato quemaba el cartón", dijo su dueño.

Esos juguetes a los que había que dar cuerda. Esa interesante moto Tuc Tuc , valorada en 3.600 euros. Carrascal tiene todo un tesoro valorado en 36.000 euros, que comenzó a coleccionar cuando encontró en su casa sus viejos coches de lata. Sería interesante verlos en un museo, pero Carrascal se lamenta de que carece de apoyo institucional.

Envía tus convocatorias a viviraqui@europasur.com

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