Las jornadas algecireñas ponen en valor las conclusiones de las Azores

Las conclusiones del Foro Mundial de la Cultura Taurina celebrado en el mes de enero en la isla portuguesa de Azores centró la tercera tertulia de las jornadas taurinas de Algeciras. El diestro Víctor Mendes, el filósofo francés Francis Wolf , el director de Fisiología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Carlos Illera, el catedrático de la Universidad de Barcelona Víctor Gómez Pin y Arlindo Teles, presidente de la Tertulia Taurina Terceirense disertaron en torno a la realidad y el futuro de la tauromaquia.

El torero portugués Víctor Mendes apeló a la unidad de los aficionados en torno adonde puede ir la Fiesta. "Los aficionados a los toros no debemos sentirnos acomplejados ante las agresiones de quienes ahora intentan acabar con este inmenso legado cultural, desarrollado a lo largo de los siglos y que ha servido como escuela de vida para generaciones de ciudadanos de bien y como nexo de culturas", apuntó.

Otra de las conclusiones presentadas fue la de Arlindo Teles quien destacó que el foro ha sido una oportunidad de mostrar el mundo del toro y ver el interior de la Fiesta y su ecologismo. " La cría del toro, elemento básico del espectáculo, se decanta por su natural ecologismo como una gran defensa de los ecosistemas diversos donde se ejerce, tanto en América como en Europa", aseguró.

El catedrático de la Universidad de Barcelona Víctor Gómez Pin destacó que quienes se juegan la vida ante el toro, para expresar y provocar así hondos sentimientos, son intérpretes de un ritual apoyado en normas éticas basadas en el respeto máximo al animal. "Los ataques a la Fiesta viene de los peligros derivados de que una nueva escolástica animalista que niega la singularidad privilegiada del hombre entre los animales, y sobre las dificultades para que el torero, un héroe paradójico, sea reconocido como tal en los tiempos que corren. Los antitaurinos no tienen unas razones nacionalistas y dicen que el trato animal no se adecua a los principios morales y éticos de la naturaleza", matizó.

El profesor Illera presentó de forma breve las conclusiones de su estudio sobre el dolor y el estrés del toro después de analizar más de mil reses. "El toro no sufre tanto, tiene un mecanismo diferente a los demás animales que responde rápidamente a ese dolor combatiéndolo, con lo cual la sensación de dolor puede ser en el momento, pero posteriormente disminuye notablemente. Gracias a la segregación de las hormonas el toro siente mucho menos dolor y estrés de lo que se creía", aseguró.

Por último, el filósofo francés Francis Wolf defendió la cantidad de valores éticos y morales que encierra una corrida de toros. "Los valores de las corridas de toros son los que faltan cada día más en la sociedad, que se aleja cada vez más de lo que encontramos en un festejo taurino", concluyó.