La imagen a contratiempo de Antonio Rojas

La exposición del autor será visitable en Alcultura hasta el 30 de julio

Imagen a Contratiempo: el tarifeño Antonio Rojas desafía nuestra percepción visual en Algeciras

La emoción en las sombras, (2025) óleo sobre lienzo, 50x50cm.
La emoción en las sombras, (2025) óleo sobre lienzo, 50x50cm. / E.S.V
Eduardo Sáenz de Varona
- Miembro del Instituto de Estudios Campogibraltareños y Doctor en Derecho

Algeciras, 14 de julio 2025 - 10:36

Conozco a Antonio Rojas (Tarifa, 1962) desde los tiempos de sus comienzos como artista, época en la que el que suscribe vivía, durante el verano, en el cortijo de unos amigos frente a la carretera que conduce a Bolonia. Era uno de esos veranos calimosos al amanecer y en los que el sol escuece al mediodía; Antonio pintaba en una casa situada entre las ruinas de Baelo Claudia y la orilla del mar. La costa de Tánger enfrente.

Siempre recordaré esas charlas pausadas, como es Antonio Rojas, mientras los pescadores lavaban sus capturas en aquella fuente, más bien pila, cercana a la casa habitada por el entonces incipiente artista. La humildad de su conversación, patrimonio de los grandes hombres, parecía ser algo muy simple; pero cuando, más tarde, en soledad pensaba en ella veía la profundidad de su pensamiento.

Todavía recuerdo -¡O tempora o mores!- aquellos cuadros, colgados con chinchetas, en el restaurante La Mandrágora de Tarifa, su exposición individual en el mismo lugar, la colectiva en la galería Carteia de Pepa Gómez, en Algeciras y, cuando en 1983 realizó una importante exposición individual en la galería Magda Bellotti de Algeciras.

De Antonio Rojas había escrito en 2003 el crítico de arte Bernardo Palomo, académico de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, en La plástica contemporánea en el Campo de Gibraltar, que Antonio Rojas "nos sitúa en un compromiso pictórico donde lo metafísico, lo conceptual, la plástica abierta, los episodios geométricos juegan al coro mediático de una realidad apenas esbozada".

Ahora, en Alcultura

De 2003 a la exposición actual en Alcultura ha pasado el tiempo, como pasa en el mundo, y sus obras forman parte de colecciones como la Barbara Rose Collection de Nueva York, la Fundación Coca Cola España, el Museo Marugame Hirai de Arte Contemporáneo Español en Japón, la Colección del Banco de España y el Museo Artium de Vitoria, pero el pensar de Antonio Rojas, en su esencia, sigue revestido de la modestia del que conocí en los calimosos veranos de Bolonia.

Antonio Rojas, en su estudio.
Antonio Rojas, en su estudio.

En su exposición de 2024 en la Sala Pescadería Vieja de Jerez, Bernardo Palomo nos recordó los nombres de pintores vinculados a Tarifa al igual que Antonio Rojas, como Guillermo Pérez Villalta o el malogrado Chema Cobo, con quienes el autor forjó el inicio de su carrera desde este rincón del sur de España. Los tres son todo un referente en el panorama del arte actual español.

En la exposición de Alcultura, que se puede visitar hasta el 30 de julio, Antonio Rojas desafía la frontera de la percepción visual y emocional, proponiendo una reflexión en la que sus cuadros se convierten en vehículos de emoción donde lo urbano, lo efímero y lo sensible se mezclan con la estética de los colores para dar como resultado una muestra extremadamente bella de la que el artista nos dice que "prioriza la emoción sobre el concepto".

Para Antonio Rojas, a nuestro entender, la pintura es un vehículo para expresar los sentimientos envueltos en un profundo halo estético que ha estado presente en todas las exposiciones, realizadas a lo largo de su devenir artístico, sea cual sea la temática abordada. A veces se creerá ver, en su obra, la influencia de este o aquel artista, aunque siempre hay una impronta propia que la define que, a mi juicio, es la estética y el color en una metapintura que reflexiona sobre el acto mismo de pintar y la ilusión de la realidad.

Pienso siempre está en su obra, emboscado en una magnífica técnica, el azul del cielo y del mar de ese rincón del sur de España que es su Tarifa natal.

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