“El flamenco es la cenicienta de la cultura española y andaluza, es así”

José Vargas Quirós dejó a principios de este año la presidencia de la Sociedad delCante Grande de Algeciras, creada en 1970. Su adiós voluntario cerró una etapa magistral en la peña flamenca algecireña tras 22 años como presidente.El testigo lo tomó José Carlos Cabrera y a sus 73 años Vargas ha sido reconocido con el cargo honorífico. El próximo viernes, 25 de noviembre, vivirá su primera Palma de Plata –el reconocimiento más importante que otorga la peña y que alcanza su 24 edición– fuera de la directiva.

–¿Por qué decidió marcharse?

–Lamentablemente las peñas están en manos de gente mayor, como era mi caso, y ahora afortunadamente tenemos una junta directiva muy joven, hablo de una media de 40 años, e incluso tenemos dos mujeres que tampoco es habitual en las peñas. Estaba un poco cansado, eran 22 años de presidente pero 35 haciendo labores directivas. Estoy contento del paso porque veo que la peña va muy bien.

–Es presidente honorífico, le han querido retener cerca.

–Estoy amarrado porque voy a casi todas las reuniones de la junta directiva y doy mi opinión. Siempre me respetan mucho.

–El Cante Grande representa a una de las peñas más importantes del mundo. ¿Ha sido difícil mantener la línea de pureza?

–Es difícil porque se lucha muchas veces contracorriente, pero cuando uno lo tiene tan claro como nosotros y los que han estado antes como Antonio Rubio, Evaristo Heredia, Andrés Barea, Francisco Hurtado y Luis Soler... seguir la labor de estos señores ha sido más fácil. El mantener el cante gitano andaluz cuesta trabajo pero creo que es lo que debemos hacer.

–Hay juventud en esta nueva directiva. ¿Les será difícil continuar con vuestra línea?

–Apuesto por ellos porque, como decía Camarón, son más puros que la mimbre. Luego lo que siga después ya lo veremos pero supongo que lo que se siembra es lo que se recoge.

–¿Debería la peña dar un paso más para acercarse a la gente?

–Trabajé en la Fundación Municipal de Cultura de Algeciras muchos años y llevé una parte de las taquillas y recuerdo que cuando venía Rafael no se ponía ni publicidad y se agotaban las entradas quince días antes. La gente se entera de lo que quiere. No obstante, siempre es bueno dar la máxima publicidad posible.

–¿Acercar la sede más al centro sería una buena opción?

–Claro, esa es la idea nuestra desde hace mucho tiempo. Ahora ha quedado libre la biblioteca Cristóbal Delgado y eso hubiese sido estupendo. El flamenco es la cenicienta de la cultura española y andaluza, es así y es muy triste.

–¿Cómo andáis de socios?

–Bien, aunque no como quisiéramos, tenemos alrededor de 85. Cuando empezó la peña hace más de 40 años llegó a tener 500, pero en esa época no había televisión y todo ha cambiado. Pero en época moderna hemos llegado a 125 socios y eso sería lo ideal para traer atracciones mejores.

–¿Cuesta mantener la peña económicamente?

–Hay equilibrio porque hacemos malabarismos con el dinero, si a lo mejor se recauda 800 euros, 600 euros cuesta el artista, uno barato –apostilla–, con los palmeros y la guitarra.

–¿Cómo responden los artistas a la llamada de la peña?

–Hay una frase muy conocida que dice que para venir al Cante Grande hay que amarrarse los machos, como decían los toreros. Vienen con muchísimo respeto. Tenemos un nombre bien ganado, por seriedad y por seguir el cante gitano andaluz.

–Con la llegada de la crisis el caché de los artistas ha pasado a ser las entradas que vendan en taquilla. ¿En el mundo flamenco se entiende eso?

–A las peñas vienen con caché. Hay peñas que sí lo hacen, a lo mejor en Madrid o Barcelona. En los sitios flamencos no hay esa costumbre, en los teatros sí porque es lo que hay.

–¿Cómo anda de salud el flamenco en el Campo de Gibraltar?

–Ha mejorado mucho y Cabrera ha movido el movimiento interpeñas y se reúne mucho con Enrique Morales, de la Peña Flamenca Linense. Hasta se creó un Mayo Flamenco. Hay inquietud y todas esas cosas son nuevas, por eso la importancia de la gente joven.

–Desde la Mancomunidad de Municipios también se empieza a ver más implicación...

–Acaban de empezar, han dado un paso adelante y me parece interesante.Están involucrados todos los pesos pesados. Ha sido un primer paso un poco tímido pero creo que va a seguir adelante.

–Se fueron Paco de Lucía y Canela de San Roque. ¿Qué le queda a la comarca?

–Por mi experiencia puedo decir que uno de los sitios donde mejor se canta en España, desde hace unos cuantos años, es el Campo de Gibraltar. Ahora mismo está Perico y José Pañero, José de Canela, que está cantando de bien para arriba.Luego está Fernando Canela que presentó en San Roque su disco, estaba muy tapado porque es universitario, pero será que la sangra llama. Y Luis de Mateo y Antonio Madreles, aquí hay mucha gente buena. En la guitarra también está Fran de Algeciras. Esto no está muerto.

–Volviendo a Paco de Lucía:mucha gente se pregunta qué ha hecho por Algeciras, ¿qué tenía que hacer?

–Lo ha hecho todo porque un artista de esa categoría llevaba el nombre de Algeciras y además que no lo escondía. El quería mucho a su tierra. No era un hombre al que le gustara tener a la muchedumbre al lado y como a los pueblos les gusta ver a sus ídolos y tocarles la mano...esto es así. Pero hay que ponerse en la piel de un artista de esta categoría que donde van no les dejan vivir.

–Después de haber recibido críticas en vida Paco, ¿cree que ha callado muchas bocas al querer descansar en su tierra?

–Claro. El se fue de Algeciras a una edad en la que todavía no estaba formado y si vives en Madrid te haces madrileño, pero Paco fue un gran algecireño.

–¿Qué debería hacer Algeciras para aprovecharlo?

–Afortunadamente pienso que la marca Paco de Lucía se va a aprovechar en beneficio del flamenco, los flamencos y la ciudad. Sé que el Ayuntamiento está preocupado en ello, pero creo que deberían volcarse más y meter dinero donde corresponda porque cualquier proyecto cuesta dinero, pero hay que gastarlo en estas cosas. Los grandes músicos clásicos están en sus tierras natales y los tienen hasta en los bolígrafos. Y el museo debería estar ya.

–Cómo voz de referencia ¿qué le parece el Encuentro de Guitarra?

–Lo veo muy bien, va a ser ya mismo un clásico de España. Están muy pendientes los artistas de que los llamen, que ya no sólo por el dinero sino por el prestigio. Me parece que lo está haciendo muy bien José Luis Lara y va a seguir haciéndolo porque es un hombre de ideas y además se arriesga en la parte económica.

–¿Y la Palma de Plata qué representa para el flamenco?

–Posiblemente el galardón más importante del flamenco puro hoy día, no la fusión que pretenden ahora, eso es involución. La Palma creo que es muy prestigiosa a nivel del flamenco serio y la prueba es quien la tiene desde Fernanda de Bernarda, Caracol, Terremoto, La Paquera, Antonio Mairena...y lo que nos falta porque esto va a seguir y este año es Manuel Morao que representa a una saga importantísima en la historia de la guitarra jerezana.

–¿Si no fuera por las peñas qué sería de la pureza del género?

–Estaría muy mal, sería un flamenco totalmente comercial, se respetaría un poquito en los teatros, pero estaría en las salas de fiesta. Pero esto es lo que hay que evitar porque nuestra música es sublime, es fantástica.

–Este año en el cartel de la Palma se ha tenido un gran gesto con dos algecireños:Perico Pañero y Noelia Sabarea.

–Siempre se ha hecho pero ha habido voces malintencionadas diciendo que nunca contratábamos artistas y guitarristas algecireños y eso no es cierto, e incluso algunos de estos artistas no han querido venir porque el dinero les parecía muy poco. Las peñas somos las que cuidamos del flamenco desde hace muchos años y los artistas son condescendientes y bajan su caché. Y en el caso de la Palma de Plata el precio es 15 euros cuando en la capital valdría mínimo 30 euros. Es un regalo.

–No se puede comparar por formatos pero qué opina de la Bienal de Sevilla?

–Pues es una desgracia el dineral que malgasta la Junta de Andalucía en la Bienal de Sevilla y donde acuden tantos aficionados. Y digo que se malgasta porque era una ocasión única para mostrar nuestros mejores cantes y bailes y lo que se ha ofrecido ha sido un flamenco ramplón y descafeinado, con honrosas excepciones. Un flamenco comercial para beneficio de una serie de casas de disco dedicadas a estos menesteres. Las organizaciones podrían tomar ejemplo de la IBienal de Flamenco Canela de San Roque, donde los actos programados han sido un éxito enorme porque en todo su contenido siempre ha estado presente la pureza y, encima, con un presupuesto muy bajo.