Cultura

El actor y director teatral Tomás Picó fallece en Tarifa a los 73 años

  • Nacido en Cáceres, fijó su residencia en la comarca en los noventa. Participó en películas como 'La gran familia' o 'Canción de juventud'

El actor, director y profesor de teatro cacereño Tomás Picó Hormeño, que participó en películas como La gran familia y Canción de juventud, falleció a los 73 años de edad el pasado viernes en su ciudad adoptiva, Tarifa, según ha informado la entidad de gestión AISGE.

Picó, quien no pudo superar el linfoma contra el que luchaba desde hace cuatro años, vivió sus dos últimas décadas en el litoral gaditano, donde era muy popular por tu trabajo al frente del Aula de Teatro de Tarifa, según recordaron las mismas fuentes.

Hijo de un arquitecto vasco de prestigio, nació el 16 de enero de 1940 y debutó en el madrileño Teatro Eslava en 1960, cuando ya destacaba por su porte de galán y físico apuesto.

En las décadas de los sesenta y setenta, participó en títulos emblemáticos como Canción de juventud, el filme de Luis Lucía que popularizó a Rocío Dúrcal como niña prodigio, y en La gran familia (Fernando Palacios, 1962), donde interpretó a Jorge, el novio de una de las hijas de la saga.

Posteriormente, en 1979, también intervino en La familia, bien, gracias, la secuela rodó Pedro Masó con un tono más desencantado, según la semblanza que ha realizado la AISGE de su socio desaparecido.

Otros de los títulos de su filmografía son Fulanita y sus menganos (Pedro Lazaga, 1976); Eróticos juegos de la burguesía (Micel Vianey, 1977) o Cariñosamente infiel (Javier Aguirre, 1980).

En teatro compartió escenario como actores de gran talla nacional como Pepe Sacristán, Emilio Gutiérrez Caba, Kiti Mánver o Concha Velasco, y colaboró con el actor y director Luca Ronconi en Italia, país en el que vivió casi una década.

Picó consagró su compromiso social a partir de fijar su residencia a principios de la década de los noventa en Tarifa, donde dirigió el Aula Municipal de Teatro entre 1995 y 2005, y desde donde trabajó también con las presas de la cárcel de Botafuegos de Algeciras, según AISGE, entidad de gestión de la que era socio desde febrero de 2005.

Su vínculo con Tarifa, ciudad a la que se sentía muy unido, fue reconocido. Muestra de ello es que fue el pregonero de la Feria de esta ciudad en 2007. En su discurso, Picó mostró su devoción a la Virgen de la Luz y afirmó que aunque quería mucho a Extremadura, se sentía tarifeño "por los cuatro costados".

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