Cultura

Uceda Leal, oreja y cornada en una tarde gris en Madrid

  • El diestro madrileño sufre una cornada en el muslo. Bautista y Bolívar se van de vacío

La cornada que recibió Uceda Leal en el primer toro, precisamente un día después de la muerte de su padre, marcó negativamente el Domingo de Ramos en Las Ventas, en lo que fue un festejo de escaso contenido, con dos sobreros y la oreja de reconocimiento a Uceda como único balance.

Uceda resultó herido en la faena de muleta al primer toro de El Puerto de San Lorenzo, pese a lo que siguió en el ruedo para matar al toro de una buena estocada siendo premiado con una oreja. Uceda, que brindó a su padre fallecido ayer sábado, resultó prendido a final de faena cuando porfiaba por el lado izquierdo y el toro se le venció y lo corneó en un derrote seco en el muslo izquierdo, justo por encima de la rodilla. Sin poder pasear la oreja, Uceda pasó a la enfermería.

Antes, José Ignacio lo intentó ya de recibo jugando con gusto los brazos a la verónica pero el toro protestaba y reponía desluciendo los lances, destacando una buena media de remate. Brindó emotivo al cielo, con un animal de embestida algo discontinúa y de fuerzas justas aunque con cierta calidad y nobleza.

El francés Juan Bautista se las vio con un primer animal grandón y que flojeó en los primeros tercios. Bautista, con el toro en chiqueros donde se encontró a gusto y embistió con transmisión, anduvo valiente. Alternó alguna tanda con relajo y gusto aunque sin excesiva pausa en pases de trazo corto y encimando por momentos en demasía también. La estocada, baja.

Con el sobrero cuarto, donde corrió turno saliendo el quinto de los anunciados, el francés anduvo difuminado ante un animal desrazado y flojo pero que se dejó por el pitón derecho. Con el sobrero sexto de María Cascón, serio aunque feo de hechuras y que reemplazó a otro sobrero de Montealto, anduvo voluntarioso.

Luis Bolívar anduvo con ganas desde el comienzo con un primer animal muy suelto y abanto en los primeros tercios, como marca el encaste. Quitó por gaoneras, con más voluntad que limpieza. El toro había mostrado mejor condición por el lado derecho, se fue a los medios y citó con un cartucho de pescado con la zurda. El trasteo se vino muy a menos . Con el quinto, Bolívar continuó con la misma tónica, sin encontrarle el sitio.

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