-Esta exposición, que acerca al público el espléndido legado artístico del Prado, tiene su origen en el programa de colaboración que desde 2011 mantiene el museo con la Obra Social La Caixa. ¿De qué modo afectará a estas itinerancias la apertura en febrero del Caixafórum de Sevilla?

-El Caixafórum tiene una capacidad de generación de proyectos enorme y es una gran noticia para la cultura que abra en breve su sede sevillana. Nuestro proyecto con La Caixa, que tiene un carácter no sólo expositivo sino también didáctico, del que se han beneficiado ya 278.000 escolares de toda España, se realiza en los Caixafórum. Pero cuando una ciudad carece de esas sedes, como ha sido el caso de Sevilla hasta ahora, el Prado busca espacios alternativos, principalmente museos. Con el Bellas Artes de Sevilla ya presentamos aquí otra gran muestra que realizamos dentro de este programa con La Caixa, Rubens, Brueghel, Lorena, El paisaje nórdico en el Prado, y nuestra intención es seguir colaborando.

-Por la calidad de los fondos que atesora del pintor sevillano, el Museo del Prado está llamado a tener una gran presencia en la celebración del cuarto centenario del nacimiento de Murillo. ¿Han cerrado ya el listado de obras que prestarán a Sevilla?

-Colaboraremos de forma generosa con el Año Murillo aunque de momento no se ha concretado ninguna petición oficial de obras por parte de Sevilla, si descontamos la muestra de Focus Velázquez. Murillo. Sevilla, comisariada por Gabriele Finaldi, con la que el Prado ha colaborado generosamente y a cuya inauguración vamos a asistir la segunda semana de noviembre. Pero siempre estamos a disposición de los buenos proyectos y de los museos andaluces. De hecho, ahora estamos muy expectantes con la próxima apertura del Bellas Artes de Málaga, donde tenemos depositadas obras muy importantes de nuestras colecciones e impulsamos costosas restauraciones.

-Más allá, ¿de qué modo se sentirá en el museo que dirige la celebración del Año Murillo?

-Podemos decir que Murillo estará de cuerpo presente en el arranque de la efeméride en el Prado porque vamos a recibir su célebre Autorretrato, un préstamo excepcional de la National Gallery de Londres, la pinacoteca que dirige ahora Gabriele Finaldi. Será una de las piezas más destacadas de la exposición Metapintura. Un viaje a la idea del arte que inauguraremos el 15 de noviembre en Madrid.

-El Prado tiene depositadas en el Bellas Artes de Sevilla obras importantes de sus fondos pero la ampliación del museo, tantas veces prometida por el Estado y el Gobierno andaluz, sigue siendo una quimera.

-Siempre insisto en ello, y no lo digo por estar aquí, pero el Bellas Artes de Sevilla es uno de los museos más bellos e importantes de Europa y se merece el máximo interés por parte de la ciudadanía y el máximo cuidado por parte de las administraciones, tanto la autonómica como la central, en la línea de lo que ha sucedido ahora con el Museo de Málaga. Habría que crear una institución jurídica que permita darle una mayor autonomía al museo, como ha ocurrido, por ejemplo, con el Bellas Artes de Bilbao y otros centros españoles. Tanto la administración central como la autonómica tienen que sentarse en la misma mesa cuando se trata de museos tan importantes como el de Sevilla.