Cultura

Ruiz Miguel triunfa como ganadero en la final de San Roque

  • La novillada da un buen juego con reses de triunfo y es desaprovechada por la terna

La final del III trofeo Cajasol de escuelas de la provincia de Cádiz tuvo como triunfador al ganadero Francisco Ruiz Miguel, que lidió una buena novillada y que no fue aprovechada por la terna de jóvenes aspirantes a toreros.

Y matizo lo de aspirantes porque la mayoría de los novilleros de ayer se quedarán en eso si no ponen remedio. Demostraron que tienen poco oficio, algo lógico, pero también dejaron claro que torean poco de salón, que ven pocas faenas en dvd y que están cortos de afición. Las escuelas deben tomar cartas en este asunto y exigir más a los alumnos y no mandar aspirantes a estas competiciones sin estar preparados, porque después salen novillos como los bravos de Ruiz Miguel y se les ven las carencias. Lo que no se puede permitir es que ayer hubo novilleros que no se quedaban quietos ni con loctite. Y lo peor es que tardarán mucho en ver una novillada tan buena, tan completa, con nobleza, con transmisión y algunos para que volvieran al campo a padrear.

Fran Gómez pudo pasear dos orejas de no haber fallado con la espada, derrochó ganas, aunque hay que enfadarse más con un novillo que era de vacas. El linense Juan Cortés dejó detalles en algunas de las series de otro gran novillo, pero se desinfló. Miguel Ángel Sánchez paseó dos orejas. Carlos Ruiz, de Chiclana, dos orejas, Jesús Arroyo, de la escuela de San Fernando, ovación, al igual que el portugués Díaz Gomes.

La terna de ayer debe pensar en solucionar los errores cometidos. Al igual que la organización, que después de ver tardes como la de ayer el trabajo de varios meses se frustra con novilleros que dejan escapar novillos tan buenos. Allá cada uno, al final Ruiz Miguel daba saltos de alegría en el burladero porque había triunfado como ganadero.

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