Museo de Algeciras | La pieza del mes

Orza: la loza dorada de Manises

  • La cerámica ha constituido una de las manifestaciones culturales más notables de la historia de la Humanidad

  • La cerámica alcanza en la península sus máximas cotas de perfección y variedad a partir del siglo VIII con la civilización andalusí

Orza: la loza dorada de Manises

Orza: la loza dorada de Manises

Desde la más remota antigüedad, el hombre ha tenido la necesidad de utilizar recipientes. Con la llegada del Neolítico (7.000 a.C) y el paso de una economía predadora a otra reproductora, aparecerán los excedentes agrícolas y con ellos la necesidad de almacenarlos a salvo de la humedad y demás agentes externos. La cerámica acababa de nacer.

Con el paso de los siglos las técnicas de fabricación se irán perfeccionando y las tipologías de los utensilios se irán diversificando. Lo que comenzó siendo un objeto funcional, se transformará pronto en una manifestación artística capaz de mostrar los caracteres propios del momento cultural al que pertenece. Grandes aportaciones hicieron griegos y romanos a este respecto.

En la península, será a partir del siglo VIII con la implantación de la civilización andalusí, cuando la cerámica alcance sus máximas cotas de perfección y variedad. De ciudades como Sevilla, Murcia, Granada o Málaga salieron los maestros que extendieron su fabricación a Talavera de la Reina, Alcora o Manises. A lo largo de los siglos se utilizarán diferentes técnicas decorativas como el pintado, esgrafiado o los reflejos metálicos o loza dorada.

Pero, ¿qué es lo que siempre ha fascinado y aún hoy nos fascina de estas lozas? Pues que se trata de lozas de lujo que alcanzaron tal fama que fue encargada por reyes, nobles, papas y cardenales de toda Europa, llegando hasta los lugares más recónditos, incluso a América con Cristóbal Colón.

En la colección de Loza Española del Museo Municipal de Algeciras podemos encontrar excelentes ejemplos. Fue donada en 1994 por don Luis Carlos Gutiérrez Alonso, ilustre algecireño, que legó toda su colección de obras de arte, entre las que se incluyen seiscientas once piezas de loza (española) procedentes de los principales centros productores, como son Talavera de la Reina, Triana, Fajalauza, Andújar, La Cartuja o Manises.

La orza de Manises

Hoy nos detendremos en una de las piezas destacadas de la colección, una orza de Manises del siglo XVIII, decorada con la técnica de la loza dorada, expuesta en la Sala de Lozas y Azulejos del Museo Municipal, con número de inventario 201 y un tamaño de 26,7 cm de altura y diámetro de 12,2 cm., que presenta cuerpo globular con cuello corto y boca ancha con cuatro asas pequeñas entre el cuello y los hombros.

Destaca en ella la famosa decoración dorada, con motivos vegetales muy estilizados, formados por grandes rosetones polilobulados de tradición bajo medieval, que se conseguía aplicando una mezcla a base de plata y cobre sobre la pieza ya decorada, resultando un vidriado que se asemeja al reflejo metálico, dotando a la pieza de una reflectancia brillante e iridiscente, que cambia de color según la incidencia de la luz que refleja.

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