Odyssey estudiará cómo influyen los cables de Wikileaks en su caso
"El Departamento de Estados Unidos ha ofrecido sacrificar a la empresa y sus miles de accionistas a cambio de una pintura de un ciudadano", asegura su presidente
La empresa Odyssey ha expresado su preocupación por el contenido de unos cables diplomáticos de Estados Unidos, que filtró Wikileaks, en los que este país ofrece ayuda a España en la reclamación del tesoro de la polémica a cambio de la recuperación de un cuadro robado por los nazis.
Odyssey considera que los cables de la embajada de Estados Unidos en España, que datan de 2008, "pueden explicar la inconsistencia" del Departamento de Estado en asuntos clave en el litigio.
Los cables que filtró la organización recogen supuestas conversaciones entre el ex ministro de Cultura español César Antonio Molina y el ex embajador de Estados Unidos en España Eduardo Aguirre.
En una de las conversaciones, Aguirre trató de ligar el tesoro hallado por Odyssey en 2007 y que España reclama con los intentos de un ciudadano estadounidense Claude Cassirer de recuperar una obra del pintor francés Camille Pisarro, que se exhibe en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
La vicepresidenta de Odyssey, Melinda MacConnel, señaló que desde que el Departamento de Estado de Estados Unidos "se ha implicado" en el caso Black Swan la empresa ha cuestionado "sus motivos, especialmente su visión de la inmunidad soberana, una visión contraria a la posición siempre avanzada por el Gobierno estadounidense previa a este caso".
Para MacConnel, estos cables "pueden explicar la inconsistencia" de Estados Unidos en esta pugna legal, por lo que resaltó que están "muy interesados en dar seguimiento a esta nueva prueba y determinar su relevancia en el caso y la apelación".
La compañía estadounidense recurrió en enero pasado a un tribunal de apelaciones con sede en Atlanta (Georgia) con la intención de convencer a los magistrados de que anulen la decisión de un juez de Tampa (Florida) para que entregue a España el tesoro que halló en mayo de 2007 en aguas internacionales.
Uno de los ejes de la impugnación de Odyssey se fundamenta en que la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes realizaba una misión de "naturaleza comercial" en el momento de su desaparición, lo que legalmente anula el principio de inmunidad soberana, según la compañía.
"Los cables parecen indicar que alguien del Departamento de Estado de Estados Unidos ha ofrecido, literalmente, sacrificar a Odyssey y sus miles de accionistas, así como muchos puestos de trabajo creados por la compañía, a cambio de una pintura de un ciudadano estadounidense", expresó también Greg Stemm, presidente de la empresa.
"Cuesta creer que esto realmente sucedió. Suena como algo sacado de un guion de Hollywood", agregó.
Según el cable de la embajada de Estados Unidos en Madrid, Molina rechazó ligar el caso del tesoro, bautizado como Black Swan, con la recuperación de la pintura de Pisarro Rue St. Honoré. Apres-midi. Effet de Pluie, aunque prometió, no obstante, encontrarse con Cassirer para evaluar qué podía hacerse en relación con esta pieza.
En otro cable de la embajada estadounidense se profundiza en la reclamación de Cassirer, quien alega que "los nazis obligaron a la abuela de éste a venderles la pintura en 1939". Muy posteriormente, en 1975, el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza adquirió la obra de Pisarro.
A principios de la década de 1990, el Gobierno español adquirió la colección y construyó el actual Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
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