Mapa sonoro de Maria de Medeiros

La actriz y cantante presenta hoy en el Lope 'Penínsulas & continentes', un conjunto de versiones en clave jazzística de Nino Rota, Víctor Jara, José Alfonso o El Último de la Filal Maria de Medeiros. Hoy en el Lope de Vega, a las 21:00. Entradas de 9 a 25 euros.

La actriz y cantante Maria de Medeiros (Lisboa, 1965).
La actriz y cantante Maria de Medeiros (Lisboa, 1965).
Francisco Camero / Sevilla

20 de octubre 2010 - 05:00

Sin darse cuenta, porque "muchas veces nos reconocemos sólo a posteriori", Maria de Medeiros llenó de "reflejos autobiográficos" Penínsulas & continentes, su segundo disco, donde vuelca su pasión viajera y su gusto por los idiomas, que asume como una prolongación de su curiosidad, aunque también como la consecuencia lógica de sus recorridos vitales: nació en Lisboa, se crió en Viena y desde hace años vive en París. "Toda mi carrera tiene esa dimensión de la diversidad que me encanta", dice esta actriz catapultada a la fama mundial con Pulp Fiction, que ha trabajado con cineastas como Manoel de Oliveira y artistas como Sophie Calle y ha dirigido Capitanes de abril o el documental Artistas & críticos.

Esta noche presenta en el Teatro Lope de Vega de Sevilla su álbum, fruto de viejas devociones personales y de algunos descubrimientos durante la gira de su debut discográfico, A little more blue (2007). "Es un viaje musical por las penínsulas latinas de Europa y los ecos mutuos que hay entre éstas y América y África. El viaje es por las músicas, pero también quería explorar las lenguas", explica Medeiros, pues "cada una de ellas es el reflejo de una cierta actitud en la vida y transforma un poco tu personalidad". "El francés, por ejemplo, impone de alguna manera una distancia cartesiana respecto a las cosas. Del español me gusta, aunque los portugueses no somos nada así, que sea tan directo. Es una lengua que coge el toro por los cuernos".

En el disco canta en portugués, español, italiano, inglés y quimbundo, un idioma precolonial africano que aún se habla en países como Angola. "A pesar de la diversidad, encuentro que todas las canciones se responden las unas a las otras. Creo que hay un hilo, quizás misterioso, que las une", dice la actriz y cantante sobre el repertorio, una serie de versiones con pátina jazzística de Nino Rota, Víctor Jara, El Último de la Fila, el rockero brasileño Lenine, el portugués José Alfonso o Ausias March, un trovador valenciano del siglo XV.

La selección surgió de las conversaciones y del trabajo con sus músicos, un proceso -dice- "algo atípico". "No contratamos a nadie de fuera, ni productor ni nada. Grabamos de forma muy libre y muy jazzística, juntos íbamos llevando los temas a donde todos teníamos algo que expresar. Por mi formación, los arreglos surgían de ideas cinematográficas que yo iba dando. Yo decía: me gustaría tener la atmósfera de El Padrino, sentir los cueros, el olor de los puros, el sabor del whisky [se ríe], los trajes de los mafiosos, ese lujo y esa sensualidad que tiene la película. De eso les hablaba a los músicos. No de armonías, sino de sensaciones".

Para Medeiros, cantar y actuar son "casi lo mismo". "Quizás es más divertido cantar, porque estoy muy bien acompañada. Pero de todos modos hoy están cayendo todas las fronteras. Desde Pina Bausch, un actor no puede estar en escena sin conciencia de su cuerpo, todo es expresividad. La frontera entre coreografía y teatro se difuminó mucho, y creo que lo mismo pasa con la música y el teatro, y con el cine y el cómic", dice. Precisamente esta alianza es la que sostiene dos de sus próximos trabajos para el cine, la adaptación de Chicken with plums de Marjane Satrapi, la autora de Persépolis, y Les petits ruisseaux, un filme "maravilloso, a lo Jacques Tati" del francés Pascal Rabaté inspirado en su propia historieta.

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