Juan Galiardo, al compás del jazz

El músico sanroqueño posee el Graduado Magna Cum Laude por la universidad de Berklee de Boston. Es fiel a un género por sentido involuntario pero destaca por la versatilidad en el marco de otros estilos

Imagen del músico de jazz afincado en San Roque, Juan Gómez Galiardo, junto al instrumento que mejor domina, el piano.
Imagen del músico de jazz afincado en San Roque, Juan Gómez Galiardo, junto al instrumento que mejor domina, el piano.
M. E. Selva / Algeciras

16 de abril 2012 - 05:00

Cuando se habla del Berklee College of Music de Boston rápidamente la mirada se posiciona en el guitarrista algecireño Paco de Lucía, reconocido Doctor Honoris Causa por esta universidad de Estados Unidos (EEUU) en 2010. Para el sanroqueño Juan Gómez Galiardo, sin embargo, este prestigioso centro significa el lugar en el que alcanzó el Graduado Magna Cum Laude en 2004.

Nació en Sevilla un 23 de octubre de 1976, circunstancia que marca como anecdótica en su vida puesto que seis meses después su familia se asentó en San Roque, ciudad en la que reside en la actualidad. A partir de los 15 años empezó a disfrutar de sus primeras actuaciones remuneradas, y ya con 17 se mudó a Cádiz, donde empezó a estudiar titulándose en Educación Musical por la Universidad de Cádiz en 1998.

Desde pequeño se rodeó del sonido del jazz, aunque nadie en su familia se dedica a la música sí dejaban a la melodía circular por los rincones del hogar. "Desde siempre me sentí atraído por la música y, especialmente, por el piano", reconoce el sanroqueño que precisa que no se decidió por el jazz "realmente es algo involuntario. Mi camino como músico me ha llevado a esta música, me encanta la libertad que te da".

El piano es su instrumento, su medio creativo primordial. Aunque se define como un músico versátil, el jazz es lo que fundamentalmente le llena. Su meta es "tocar cada vez mejor", y es que sabe que es un género poco conocido, más alejado de otros populares como el pop o el rock. A parte de dar conciertos con sus proyectos y colaborar en otros, hacer grabaciones y acompañar a grupos de otros estilos, le gusta mucho la actividad docente.

Desde que regresó de EEUU, además de su particular desarrollo creativo a nivel personal, se ha dedicado a la enseñanza en la escuela de jazz y música moderna de la UCA y el año pasado fue profesor de piano jazz, armonía y análisis en la Universidad de Évora (Portugal), aunque por lejanía ha tenido que dejar ese papel en el país vecino.

En ese recorrido personal por superarse y disfrutar de la música ha dado muestras de su talento en diferentes estados de EEUU, en Japón, Filipinas, Francia o Irlanda, por citar algunos ejemplos. Aunque se decanta por el jazz no duda en escuchar todo lo que sea de calidad y con honestidad.

Con su vuelta a la tierra, tras más de cinco años en Cádiz y alrededor de cuatro en EEUU, sumando las giras continuas que le han hecho y le hacen llevar una vida de constante movimiento, se ha reencontrado con la gente y ha puesto al servicio de los jóvenes su capacidad para enseñarles el camino del jazz. "Hay más gente de la que se piensa que le gusta".

Desvela que le encanta tocar en clubes pequeños, con un público más cercano, aunque también disfruta en grandes festivales, pese a que la crisis cada vez los haga desaparecer más. De vuelta en el Campo de Gibraltar mantiene su espíritu creativo, componiendo y enseñando, "lo bueno del jazz es que cada vez que tocas de alguna manera estás componiendo aunque el tema no sea tuyo". Entre las salas que destaca de la comarca para escuchar jazz está Rascayú y La Gramola, también menciona a Salvador Andrades, guitarrista de Algeciras que no deja de aprender y con el que ha descubierto un gran valor musical y más ahora que disfruta junto a él con el jazz.

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