Cultura

Ignacio Ábalos, en pleno ascenso para ser un director de ópera internacional

  • El joven linense ha sido invitado a A Coruña por el mítico director italiano Alberto Zedda Reconoce que es un paso gigante en su carrera

Siente que está rozando su sueño, dando los pasos precisos para lograr su gran meta: ser director de ópera a nivel internacional. Ignacio Ábalos Ruiz no sueña despierto, este joven violinista y director de orquesta linense está caminando sobre él y apunta fijamente hacia su objetivo. A sus 27 años posee un imponente currículum que actualmente ve reforzado al ser el director asistente invitado por el mítico director italiano Alberto Zedda, en el montaje de la ópera Ermione de Rossini que estrenará el próximo 6 de junio en A Coruña.

Zedda es considerado la máxima autoridad mundial en el repertorio operístico rossiniano. Entre sus innumerables méritos está haber sido director artístico de la Scala de Milán y director de repertorio italiano en la New York City Opera. Actualmente es director artístico del Rossini Opera Festival de Pesaro y director de la Academia Rossiniana de Pesaro. En la producción que estrenan en Galicia intervienen cantantes como la nueva estrella del Metropolitan Opera House de Nueva York, la soprano Angela Meade, la mezzosoprano Mariana Pizzolato y el tenor Michael Spyres.

Esta introducción permite entender la dimensión de la experiencia que está viviendo estos días el joven músico linense que estudió en el CEIP Huerta Fava. Sus primeros contactos con el violín fueron a los ocho años, estudió en el Conservatorio Muñoz Molleda de su tierra, de la cual su padre es profesor y fue director -ambos se llaman Ignacio Ábalos- durante muchos años. Se graduó con honores en la prestigiosa Guildhall School of Music & Drama de Londres, una de las dos escuelas más prestigiosas del mundo.

Actualmente ejerce de profesor de violín en el Conservatorio Superior de Música de Jaén, labor docente que comparte con su imperiosa necesidad de convertirse en director titular de ópera.

La invitación del maestro Zedda para Ábalos es "un enorme lujo, un honor indescriptible, es el último gran director de la era dorada de la ópera, de la época de María Callas". Defiende que actualmente es el único director que queda vivo y en activo de la época señalada. "Es un privilegio estar a su lado y poder trabajar codo a codo con él y aprender de absolutamente todo lo que hace". Explicó que le ha invitado para ser su asistente en la producción y así "ayudarle, asistirle y también aprender y seguir formándome, puesto que mi objetivo es especializarme".

"Supone un paso gigante en mi carrera", afirma el músico linense, que hace hincapié en el significado de la obra de Zedda en el último siglo en el mundo de la ópera. "Son momentos cruciales en la carrera de un joven director de ópera como yo, pasos hacia la consagración en la profesión".

En este sentido, recordar que no es éste el único instante brillante de su carrera, Ábalos estudió dirección de orquesta con Sian Edwards y Algis Zaboras, ha recibe consejos de maestros como Vassily Petrenko, Paolo Olmi y Sir Colin Davis en diversos cursos y masterclases. Su interés particular por la ópera le llevó a estudiar el repertorio melodramático italiano con Emmanuele Moris.

A su vez, como asistente de los maestros Paolo Olmi y Pedro Halffter ha trabajado en el Barbican Hall de Londres (Reino Unido), la Ópera Nacional de Burdeos (Francia), el Teatro Bonci de Cesena (Italia), Savonlinna Opera Festival (Finlandia) y el Teatro de la Maestranza de Sevilla en producciones de Madama Butterfly de Puccini, Cavalleria Rusticana de Mascagni, Il Barbiere di Siviglia de Rossini, La Traviata de Verdi y Thaïs de Massenet junto a cantantes de primer nivel como Jennifer Rowley, Nino Machaidze y Plácido Domingo.

Todo camino tiene un principio y sus inquietud musical le llegó de forma natural, gracias a su padre. Es violinista de formación y continúa también con su actividad, tanto como solista como integrante de distintos grupos. Si bien, actualmente sus esfuerzos los encamina a crecer como director orquestal. "Como meta tengo establecerme como un director de ópera a nivel internacional, que va a llegar en un momento u otro". Además, en los próximos meses tiene prevista alguna actuación, e incluso debutar en algunas producciones.

Entiende que su currículum no es fácil de tener, "me está costando un trabajo tremendo". Reconoce que la invitación de Zedda le hace sentirse en la élite, al menos "dando pasos previos para debutar como director titular", pero en un ámbito al máximo nivel. Pese a la grandiosa trayectoria a su corta edad, es indiscutible que estos éxitos de artistas linenses no trascienden como deberían. Al respecto Ábalos lamentó que es cierto que no se conoce demasiado, agradeciendo no obstante el empuje de la Sociedad Musical Linense, "por lo demás hay una sequía total, no podemos realizar mucha actividad en nuestro pueblo, tenemos que salir y buscar la vida fuera". Sobre el conservatorio Muñoz Molleda avaló el músico que "solo hay que mirar las estadísticas y hay un altísimo porcentaje de gente que sale y muy bien preparada y haciendo carreras muy interesantes". El aprecio al conservatorio de su tierra es mayúsculo, no sólo por ser el conservatorio de su ciudad natal. "El Muñoz Molleda ha sido donde he conocido todo, donde se han forjado mis ilusiones e inquietudes, donde he tenido los primeros contactos con la música, cuando pienso en el conservatorio son pensamientos y sensaciones preciosas".

Finalmente, como consejo a los jóvenes músicos apunta que solo vale rodearse de los mejores profesores y aprender con mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio. "No hay otro camino", concluye.

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