El Florida se transforma para organizar 'Una boda feliz' con Garrido y Jiménez

El teatro Florida no alcanzó el lleno como en otras ocasiones, sin embargo disfrutó de una doble sesión de buen teatro y, por supuesto, con una buena entrada de público. Antonio Garrido y Agustín Jiménez, rostros televisivos muy reconocidos, fueron el principal gancho para disfrutar de un comedia en clave de humor que ofrecía repuntes de risas e invitaba a sonreír durante la interpretación.

La puesta en escena de arranque era más que curiosa, con un sofá que daba la espalda al público, como si dirigiese en cabeza al patio de butacas. Las paredes de ladrillo, una decoración de una vivienda lineal marcaban una cuidada escenografía. Garrido se enmarcó como protagonista y tuvo guiños al público como una referencia que hizo hacia los "ultras del Nuevo Mirador". Jiménez, por su parte, con su genial interpretación cómica centró la gran mayoría de las carcajadas expuestas.

La obra, original de Gerard Bitton y Michel Muñiz, ha sido versionada por Juan Solo, y bajo la dirección de Gabriel Olivares, contaba además sobre las tablas con Francesc Albiol, Juan Solo y Celine Tyll. El argumento giraba en torno a Roberto -Garrido-, un soltero empedernido, que va a heredar de una lejana tía, pero para poder acceder a la herencia ella le ha impuesto la condición de que se case en el plazo de una año con la intención de que siente cabeza de una vez. Como él no quiere renunciar a su vida de mujeriego, le propone a su mejor amigo, Lolo, casarse con él.