20 años de la muerte de camarón Actos de la programación y la conmemoración de cara al futuro

Flamenco en los rincones de La Isla

  • Desde el viernes, los ciudadanos disfrutan de las actuaciones programadas en la calle para rendir homenaje a Camarón de La Isla · La presentación de un libro y un programa de radio completaron los actos de ayer

Había que sacar el homenaje a la calle. Hacer que los isleños participaran del reconocimiento. Al menos de manera conjunta, porque quien más o quien menos habrá recuperado de su memoria los recuerdos que guarda sobre José Monge Cruz. El ciudadano de a pie habrá rememorado aquella vez que lo escuchó en la tele. El aficionado habrá desempolvado sus discos, mientras volvían a su cabeza las imágenes y sonidos de las actuaciones que vio en directo. Los flamencos habrán reconocido una vez más la grandeza de esta figura, aplaudiendo la genialidad de su garganta. Algunos de ellos, incluso, han tenido el honor y el placer de colaborar con esta efeméride. En la calle, ante el público.

Antonio Puerto fue uno de ellos, el viernes en la calle de Las Cortes. También quiso ser torero, como Camarón. Ninguno lo fue. José fue cantaor. Puerto, también; aunque ante los presentes advirtiera que lo que él haría "era un intento". Sus palabras nacían de la admiración y el respeto a Camarón.

Antonio Puerto estuvo acompañado a la guitarra del también artesano Rafael Romero. Después de ello Manuel Monge, el Pijote, hermano del homenajeado, sin duda vivió un momento emotivo cuando subió al escenario y cantó ante los presentes, entre ellos Niña Pastori y el Chaboli. Ya antes había comenzado el espectáculo en la escalera del Mercado Central, donde Joaquín de Sola y Raúl Beneyto actuaron para romper el hielo de Camarón en la Calle. Aunque previsto a horas distintas durante algunos minutos la música en directo sonó en ambos enclaves. A que estos cantaores terminaran esperaron en la sala rociera La Ermita, en la calle San Nicolás, donde el profesor de guitarra de este establecimiento José Manuel Gómez acompañó al toque a Carmen La Tico, que llegó con ganas de ofrecer un repertorio festero, en el que tocó distintos palos: alegrías, tangos, bulerías, tientos y soleás. "Lo que se tercie y el tiempo que me dejen", comentó antes de empezar.

Pocas horas después, ya el sábado después del mediodía, se aprovechó el ambiente del Mercado Central, para que Maita Vende Cá también se sumara al homenaje. Por soleá, tango, fandango y bulería cantó Antonio Caña, en el centro de esta plaza de abastos, rodeado de numeroso público, que lo acompañaba con sus palmas. La mañana camaronera había amanecido con la presentación del libro de Montero Glez en la Venta de Vargas, antes de que la peña Camarón de La Isla acogiera la retransmisión del programa de flamenco Eco y compás, de la Cadena Ser.

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