La Estantería

'Cueto Negro'. La cumbre nevada de Cueto Negro une la intriga con el final de la infancia

  • Las laderas de Cueto Negro son un lugar de juegos y de reencuentro de unos niños que poco a poco conocerán el primer amor

  • Lectura recomendada para jóvenes a partir de quince años

La portada de 'Cueto Negro'.

La portada de 'Cueto Negro'.

Un albergue de montaña, envuelto en la inmensidad de la naturaleza y del frío invierno, se transforma en un espacio lleno de risas, carreras infantiles y calor humano. Es un relato de bellos contrastes: la frialdad exterior con el calor del hogar; el resplandor dorado del fuego con el brillo de la nieve en la noche; la cabeza inmóvil de un ciervo disecado sobre la chimenea con los juegos infantiles que se reflejan en sus vidriados ojos, en ellos se juntan vida y muerte. Las relaciones sociales, familiares y sus roles, quedan reducidos y encerrados en este pequeño lugar.

Cecilia, su hermana y sus padres pasarán un alegre fin de semana en un albergue de la estación de esquí de Pajares. Las laderas de Cueto Negro son un lugar de juegos y de reencuentro de unos niños que poco a poco conocerán el primer amor. Un fin de semana que cambiará la mirada infantil. Cecilia y los otros niños, Teresa, Laura, Pablo y Mario, crean un mundo fantástico alrededor del albergue con caballos y seres imaginarios. Mario es más bajo que Cecilia, con rizos alborotados, flaco y con piel quemada por el esquí, pelo dorado y desordenado en una cara siempre sonriente. Entre ellos se mezcla el olor frío de la nieve con el calor del primer amor.

Cueto Negro es un texto descriptivo, con pocos diálogos, muy apropiado para recrear los momentos vividos, con nostalgia de la infancia y de la juventud, donde se entrecruzan los hechos con las emociones, donde los sentimientos dominan a la razón. El lenguaje secreto de Cecilia con su hermana Teresa solo está formado con monosílabos, pero está lleno de mensajes. Este libro desmonta esa absurda idea que tienen algunos sobre la necesidad de reescribir clásicos sin descripciones, dejando solo la acción. Cueto Negro nos envuelve en la descripción pausada de personajes, ambientes y emociones, todo ello lleno del calor de la chimenea y con la visión de la memoria que transforma el cristal del tiempo.

Las emociones son bellamente transfiguradas por el galope de los caballos, los búfalos embravecidos, el correteo de los zorros, el entrechoque de la cornamenta de los corzos, el león enfurecido o el batir de las alas de los milanos. Serenarse y aterrarse van unidas cuando se trata del amor. En esta narración también existe un lugar oscuro que cruza el aire como el aullido del lobo.

La lectura de este texto te mantiene la intriga hasta la última página. La niebla fría que envuelve la montaña no nos deja ver la luz hasta la última línea. Lectura recomendada para jóvenes a partir de quince años.

Cueto Negro ha recibido los siguientes premios: El premio mejor libro juvenil del Grupo Kirico desea promover y difundir la Literatura Infantil y Juvenil. Su jurado indicó que se premiaba Cueto Negro por ser "un retrato valiente que no se anda por las ramas ante la realidad de la vida, hermosa y cruda a la vez". Premio de la Fundación Cuatrogatos. La Fundación Cuatrogatos, organización sin ánimo de lucro y con reconocido prestigio, fundada por Antonio Orlando Rodríguez y Sergio Andricaín en Miami, se dedica al estudio e investigación de la Literatura Infantil y Juvenil.

Los pequeños lectores recomiendan: Inés Laraño Lage, alumna de 6º de primaria es quien nos ha presentado este libro: “Es una historia muy interesante. Trata sobre los cambios de la vida de Cecilia. Ella es una niña, pero descubre su primer amor, el deseo y también la pérdida. Las relaciones de amistad cambian y con ella también su mirada de niña paciente. El libro me ha transmitido felicidad, pero también momentos de enfados, envidias y tristeza. También tenemos aventuras. A la escritora no le falta ningún detalle, te lo recomiendo”.

Mónica Rodríguez (Oviedo) licenciada en Ciencias Físicas, especializada en Energía Nuclear. Trabajó en el Centro de Investigaciones Ciemat del Ministerio de Ciencia e Innovación. En la actualidad se dedica de forma exclusiva a la literatura. Es una de las escritoras que mejor proyecta la realidad de nuestra juventud.

Entre los premios que sus libros han recibido destacamos: Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga por La bicicleta de Selva; Premio Vila d'Ibi por La última función; Premio Anaya por Alma y la isla; Premio Alandar por La partitura; Premio Gran Angular por Biografía de un cuerpo; este año ha ganado el premio EDB de literatura infantil con El Rey.

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