El CAL homenajea a Sánchez Vázquez, el filósofo desconocido

El escritor y filósofo algecireño, exiliado en México tras caer la Segunda República, recibió ayer el primero de los homenajes previstos en la ciudad en el centenario de su nacimiento. Se trata de Adolfo Sánchez Vázquez (Algeciras, 1915-México, 2011). Su recuerdo reunió en la sede de AlCultura al presidente del Centro Andaluz de las Letras (CAL), Juan José Téllez, institución impulsora del acto, junto a los amigos y expertos en su vida y obra como el catedrático de la Universidad de Cádiz (UCA), Ramón Vargas-Machuca, y el miembro del consejo redactor de la revista Pensar desde abajo y secretario general del Partido Comunista de Andalucía (PCA), José Manuel Cifuentes.

Los contenedores rojos de AlCultura encumbraron una nueva cita cultural bajo el arropo de numerosos algecireños. Durante el acto se guardó un minuto de silencio en señal de duelo y respeto por los atentados de Francia, recordándose además que Sánchez Vázquez tuvo que huir y tomó el conocido buque insignia del exilio Sinaia, que le llevó desde Francia a México. Una cruel realidad paralela a estos tiempos.

Téllez, exdirector de este diario y presentador del acto en AlCultura, apuntó que no será el único homenaje al filósofo. Algeciras, bajo acuerdo unánime en el pleno municipal, programará un acto institucional, aunque aún no se ha concretado la fecha. El director del CAL adelantó que ha contactado con la Embajada de México en España para gestionar el viaje y presencia en la ciudad del hijo del homenajeado. Se sabe que tendrá lugar a lo largo de 2016, por ello el centenario en rigor se prolongará hasta septiembre del próximo año, ya que el nació en septiembre de 1915.

El periodista algecireño Juan José Téllez esbozó la estrecha relación personal que mantuvo con Sánchez Vázquez. Le acompañó en diversas ocasiones durante su estancia en Málaga y Algeciras. La última vez que estuvieron juntos en la ciudad gaditana le pidió que le acompañara a visitar la casa donde nació, situada en la calle Ríos. Terminaron en la feria de Algeciras en la caseta del PCA, partido en el que él militaba y tenía bastante simpatía.

Aprovechó Téllez para anunciar que los días 26 y 27 de este mes la Universidad de Málaga y el CAL le organizarán un homenaje. Argumentó al respecto que el filósofo nació en Algeciras, pero su padre era jefe de carabineros y a muy corta edad, a los diez años, pasó a residir en Málaga, aunque siguió manteniendo contacto con Algeciras. Apuntó que su tío era Miguel Puyol. En la infancia tuvo también relación con el ilustre José Luis Cano, ambos colaboraron juntos en una revista que se llamó Sur, en la que Cano publicó su primer artículo titulado Surrealismo y lucha de clases.

Mariscal puso en relieve la importancia de la figura de Sánchez Vázquez para el PCA. Partió en sus palabras de su condición de comunista, su lucha antifascista y su condición como exiliado, huyendo a México antes de dar el salto a lo que se convirtió, "uno de los filósofos en lengua castellana más importantes del siglo XX y, sin duda también por desgracia, uno de los más desconocidos en nuestro país".

Comenzó el secretario general del PCA ironizando sobre "en cuántas facultades de Filosofía y Política de España se estudia en sus manuales a este importante filósofo español, que sin embargo y afortunadamente sí ha tenido un reconocimiento, cada vez más intenso, en América Latina al calor de su entendimiento de lo que debía de ser el análisis teórico del marxismo en el siglo XX y el XXI".

Mariscal, que hizo el prólogo de Adolfo Sánchez Vázquez. Un revolucionario andaluz, publicado por Téllez, recordó que México fue una tierra donde el exilio español fue muy bien acogido. Aunque no tuvo el placer de conocer a Vázquez personalmente sí ha estudiado con intensidad su obra, que calificó de "muy desconocida y refrescante en estos tiempos que corren para la izquierda". De hecho recomendó a "aquellos que pretendan transformar el mundo" su Filosofía de la praxis en la que "los filósofos no se pueden quedar en analizar el mundo, sino que también se trata de transformarlo".

Precisó Mariscal que fue en su exilio cuando empezó a estudiar y regalar esas "maravillosas y desconocidas obras", destacando que el CAL se hiciera cargo de este homenaje y que tenga continuidad en Málaga, que permita difundir esta figura y su obra.

Vargas Machuca, catedrático de la UCA, institución académica que le otorgó en 1979 su primer doctorado Honoris Causa, mantuvo un contacto muy fuerte con el filósofo, durante muchos años muy vinculado no sólo desde el punto de vista personal y amistoso sino también filosófico. Abordó el estudio de su filosofía en distintos análisis en libros. Defendió que Sánchez Vázquez "era un filósofo español en México y un filósofo mexicano en España", compartiendo además su defensa de la praxis, de "filosofar desde la práctica".

La originalidad del autor gira en torno al rescate de la praxis como categoría principal en la filosofía marxista. Rescate que solamente podría darse depurando toda aquella carga metafísica dogmática que por mucho tiempo llevó especialmente en la interpretación tradicional del materialismo dialéctico. Esta interpretación partía de la relación entre el ser y el pensar como problema fundamental de toda filosofía, para lo cual sólo existen dos posturas a través de la historia, a saber: idealismo y materialismo.