Algeciras y Trafalgar

Pierre Charles Silvestre Villeneuve.
Pierre Charles Silvestre Villeneuve.
Manuel Tapia Ledesma

31 de octubre 2010 - 05:00

El pasado día 21 de octubre, se conmemoró el doscientos cinco aniversario de la celebre batalla de Trafalgar, y como en otras páginas de la historia nacional -y en éste caso internacional-, Algeciras también tuvo reservado un relevante papel, en el relato de ésta importante cita con el pasado.

A las seis de la mañana del día 20 de octubre de 1805, sobre el buque Centauro, se coloca la señal de dar vela. Quince navíos españoles y dieciocho franceses, parten para el sacrificio; les espera un lugar que horas más tarde, se convertirá en mítico: Trafalgar. Los navíos de una y otra flota que se habían dado cita para enfrentarse a la mañana siguiente, portaban denominaciones que recogían nombres mitológicos, unos, otros, sacados del santoral o accidentes geográficos; pero tan sólo un navío portaba el nombre de una ciudad: Algeciras. El Algesiras, con bandera francesa y armado con 74 cañones, sería testigo y protagonista en éste combate, que marcaría el futuro de la historia de su época.

Mientras que para el resto de los navíos, su presencia respondía a la defensa de los intereses de sus respectivas naciones; El Algesiras, con su participación - además-, parecía como si cerrase un ciclo que se había iniciado cuatro años atrás en la Bahía del mismo nombre. La batalla naval de Algeciras, supuso un pequeño ensayo -junto con otros enfrentamientos navales de igual o mayor envergadura: Abukir, Finisterre, Tenerife, San Vicente, etc.,- de la gran batalla naval, que acontecería frente al cabo de Trafalgar.

Según se recoge en los fondos históricos de la armada francesa: "Algeciras, es un puerto del sur de España, célebre por la brillante victoria conseguida por nuestra escuadra después de la Revolución, cuando las tres naves, Formidable, Desaix y le Indomable; así como la fragata le Muiron, comandadas por el almirante Linois, habían partido de Toulon con destino a Cádiz. Estando éste puerto bloqueado por las tropas enemigas, Linois conduce sus naves hasta Algeciras. En la bahía se encuentra la escuadra inglesa compuesta por seis barcos de línea y comandadas por el almirante Saumarez, que ordena atacarnos. Nuestros barcos, son defendidos por siete chalupas cañoneras y dos baterías de tierra; para no estar metido entre dos fuegos, Linois hace cortar las amarras de sus barcos y encallan. Se combate encarnecidamente durante cinco horas, al final de las cuales Saumarez debe retirarse abandonando entre nuestras manos, el buque de 74 cañones de nombre Hannibal".(Tapia Ledesma, M. "La Batalla de Algeciras".EUROPA SUR, 8 de septiembre de 1998).

La marina francesa, se siente orgullosa de la victoria en Algeciras, tomándola injustamente como propia y por ello -según el fondo documental galo citado anteriormente- "el nombre de Algesiras, no tarda en ser dado a un barco de guerra. El 9 de julio de 1804, se bota en el puerto de L´Orient un barco de 74 cañones con el nombre de Algesiras, que acaba de ser construido siguiendo los planos de Sané, siendo su constructor Louis Crucy" (Tapia Ledesma, M. "La Batalla de Algeciras". EUROPA SUR, 8 de Septiembre 1998).

Siendo armado en el mismo puerto de L´Orient, el 27 de agosto del mismo año. Aunque oficialmente estaba reconocido como un navío de 74 cañones, la realidad era que podía portar hasta 86 bouches á feu. Siendo su primer comandante Willaumez (Tapia Ledesma, M."El Algesiras en Trafalgar, según la versión francesa". EUROPA SUR, 5 de Octubre de 1998).

Como el resto de la escuadra de Villeneuve, El Algesiras es un instrumento más de la política de Napoleón; cuyo objetivo -entre lo militar y lo personal-, se centra en la ocupación de Gran Bretaña, su gran enemigo.

La cita se acerca, El Algesiras se encuentra desde el día 20 de agosto, junto con el resto de la flota combinada, en la bahía de Cádiz. En palabras del almirante Collingwood -comandante de las escuadra inglesa del Mediterráneo, que estaba bloqueando el puerto de Cádiz, en carta remitida a su esposa el 21 de agosto, un día más tarde de la llegada del Algesiras y dos meses exactos, antes de la batalla naval- comentaba: "su armada (franco-española), tiene la visión de un bosque espeso".

En los dos meses que preceden al encuentro de las escuadras, aparece el nerviosismo, los comunicados con Madrid y París se suceden. Napoleón desconfía de la capacidad del comandante de la escuadra combinada Villeneuve y le retira su confianza. En los consejos de guerra que se producen entre los marinos españoles y franceses, surgen las disputas y las viejas rencillas; destaca la acontecida, por su violencia, el día 8 de octubre entre: Escaño, Alcalá Galiano y Gravina por el lado español y Magón -comandante del Algeciras-, por la parte francesa.

Mientras, desde Madrid, el Príncipe de la Paz hace oídos sordos a las recomendaciones y consejos de los experimentados marinos españoles. Manuel Godoy, al igual que El Algeciras, no deja de ser un instrumento de la Política de Napoleón.

Las noticias que recibe Villeneuve, sobre el movimiento de la flota de Nelson, son continuas; a partir del amanecer del día 18 de octubre, los hechos se precipitan. Se sabe con certeza, por carta remitida por Gravina a Godoy, que el sustituto de Villeneuve, está en camino; se trata del teniente general: De Rosily. Villeneuve al parecer, ve su prestigio y su carrera amenzados. En esos momentos de incertidumbre, le llega un comunicado desde nuestra ciudad: "en el apostadero de Algeciras, se han tomado a seis marineros ingleses que en la mañana del 13 que se fugaron de la corbeta de guerra de S.M.B., fondeada en el surgidero de Gibraltar, de lo que resulta haber salido para Malta una de las tres bombarderas que estaban en la escuadra enemiga [….] por los mismos desertores hemos sabido que el cuerpo fuerte de la armada británica, cruza al O., [….] y cinco navíos al S., antes de ayer; y ayer se han visto dos, pero hoy sólo se han descubierto las cinco fragatas; y dos buques menores, que están constantemente, sobre la boca de éste puerto". El comandante supremo de la flota combinada, tras observar el despacho llegado desde Algeciras, toma la funesta decisión; el mismo día 18, por la tarde Villeneuve envía un comunicado al Ministro de la Marina Imperial, en la que le expresa: "los vigías de la costa anuncian que había zarpado de Gibraltar el convoy inglés [….] Éstos seis navíos, disminuyen la fuerza de la escuadra inglesa y me ofrecen una ocasión favorable para hacerme a la mar". Tras la decisión, el desastre y la derrota.

Pero aún tras la derrota, la relación entre Algeciras y Trafalgar, no había concluido. Desde su posición en Torre Carbonera, el vigía allí apostado tenía como responsabilidad administrativa, "pasar partes", al General en Jefe de éste Exercito en éste Campo, del movimiento marítimo, que se producía en Gibraltar; un extracto de esa información, era recogida por el El Diario de Algeciras, de reciente creación en aquella fecha, que se confeccionaba en la imprenta de Juan B. Contilló y Conti, ubicada en la calle Real. En su número 84 correspondiente al jueves, viernes, sábado y domingo de la 4ª semana de octubre de 1805, recoge lo siguiente: "Noticias del Campo de Gibraltar, extractadas de los partes que el vigía de torre Carbonera paso al Excmo. Sr. General en jefe de éste Ejercito y Campo":

Jueves 24. Al amanecer se notó que en la bahía de Gibraltar había entrado anoche una fragata y una goleta inglesas de guerra. Al salir el sol saludaron todos los buques de guerra [….]. Viernes 25. Ésta mañana entró en dicha bahía, procedente del O., una fragata inglesa de guerra de 44 cañones toda desarbolada [….] El contra almirante de la bandera blanca ha pasado su insignia a la fragata que ha entrado desarbolada. Domingo 27. En Gibraltar entró un bergantín inglés de guerra con señales en los topes [….]. Noticias Particulares: "Las resultas del combate observado frente a cabo Espartel, según se anunció en el diario anterior no se han podido averiguar completamente por que las cartas de Cádiz de éste correo varían mucho".

Quizás el modesto vigía, fue el primer español que sin intervenir, tuvo conocimiento del desastre acontecido en Trafalgar; cómo así sus partes o informes, sirvieron - sin llegar a concretar el citado resultado-, para que el modesto Diario de Algeciras, fuese el primer periódico a nivel nacional que recogió la noticia (en la capital de la provincia, el diario El Vigía, tan sólo hacía referencia a la salida de la escuadra del puerto de Cádiz, mientras que el Diario Mercantil, al parecer, no se hizo eco de la noticia). En la capital del reino, la noticia se hizo pública, el 5 de noviembre, a través de La Gaceta de Madrid.

A nivel internacional, la primera noticia la ofrece en edición especial al precio de 12 cuartos el diario Gibraltar Chronicle en su edición:" Gibraltar Chronicle Extraordinary, Thursday october 24, 1805. En Londres, se hizo pública la noticia - sin confirmar-, el día 2 de noviembre, a través del periódico Morning Post.

El día 7, el diario londinense The Times, en su número 6.572, recogió el parte oficial, que anunciaba la victoria británica y que fue entregado el día anterior al Primer Lord del Almirantazgo.

En definitiva, la existencia del navío francés Algesiras, es una página muy importante de nuestra historia local, que adquiere un ámbito que va más allá de los límites de nuestro término municipal; y que demuestra una vez más, la riqueza de nuestro pasado.

Por último expresar, que el pasado martes, como ya es tradicional desde 2005, el autor de éste trabajo de investigación, solicitó al Excmo. Ayuntamiento de Algeciras, que una calle, plaza o rotonda recuerde al navío Algesiras. No deja de ser una paradoja, que una de las más céntricas vías de la ciudad - calle Trafalgar-, recuerde a la batalla naval, y la representación local en la misma, haya sido olvidada del callejero local. Esperemos que el recientemente estrenado equipo de gobierno, tenga la sensibilidad histórica que les faltó, en cuanto a éste tema se refiere, a los inmediatamente anteriores.

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