¡Hacia la luz, Chloë Grace!

Si decido quedarme. Drama, EEUU, 2014, 106 min. Dirección: R.J. Cutler. Guión: Shauna Cross. Fotografía: John De Borman. Música: Heitor Pereira. Intérpretes: Chloë Grace Moretz, Mireille Enos, Liana Liberato, Lauren Lee Smith, Jamie Blackley, Stacy Keach.

Le recomiendo al compañero Paco Camero que no vea nunca esta película; no si quiere conservar en el recuerdo a aquella Chloë Grace Moretz que nos enamoró a destiempo y con algo de sentimiento de culpa en sus primeros papeles, de aquella superheroína punk de Kick-Ass a la pequeña vampiro de la versión americana de Déjame entrar, pasando por La invención de Hugo o una gamberrada suprema como Movie 43.

Chloë ha crecido, se ha estropeado un poco, ha echado un cuerpo extraño de adolescente hormonal y, lo que es peor, empieza a tomarse (o empiezan a tomarla) en serio como estrella de futuro, asunto que, unido al argumento sobrenatural, romanticón y misticoide de esta Si decido quedarme, dan al traste con una de nuestras mayores esperanzas blancas en esto de la mitología femenina del nuevo Hollywood.

Violonchelista de éxito precoz sufre un fatal accidente de coche que la tendrá entre la vida y la muerte en una cama de hospital a lo largo de hora y media larga de flash-backs que nos la cuentan y nos la ayudan a entender en su lucha entubada contra la adversidad. Y, claro, no hay estómago que aguante tanta ñoñería adolescente, tanto sufrimiento artificial entre fogonazos de esperanza, escenas de amor generacional de Superpop y vuelos líricos con luces blancas al fondo del pasillo que harían palidecer a los más arteros imitadores del último Malick.

Una lástima, sí, pero sólo por nuestra Chloë. A ver si la rescata un buen agente. Todavía tiene tiempo antes de arruinar su carrera.