El guardia civil herido grave la tarde-noche del viernes en Barbate continuaba ayer ingresado en el Hospital de Puerto Real, aunque su evolución es satisfactoria y está estable.

El ataque brutal de una narcolancha en el puerto barbateño contra una embarcación de la Guardia Civil de menos dimensiones y con una potencia menor, dejó dos agentes fallecidos, cuyos respectivos funerales se celebraron ayer en Cádiz y en Pamplona, y dos heridos, uno de ellos de gravedad.

Este agente, del que no ha trascendido su identidad, seguía ayer ingresado en la planta de Traumatología del Hospital de Puerto Real.

Según ha podido conocer este periódico, sufre una fractura con herida abierta en uno de sus antebrazos y todo apunta a que en los próximos días será intervenido quirúrgicamente. En ningún caso se le ha amputado un brazo, como ha aparecido en algunas informaciones.

Al parecer una de las hélices de la narcolancha le pasó por encima, ocasionándole esas heridas de las que ahora se está recuperando en el hospital puertorrealeño.

Tampoco ha trascendido la identidad del guardia civil herido leve, aunque en ningún momento quedó ingresado en un centro hospitalario, reponiéndose en su domicilio.