Un total de 31 agentes de la Policía Nacional destinados en la Comisaría de El Puerto Santa María – Puerto Real han participado en unas jornadas sobre emergencias sanitarias impartidas por profesionales del servicio del 061 en la provincia de Cádiz. Esta acción formativa se ha desarrollado en la sede del 061 en Puerto Real y ha contado con la presencia  del Subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, el Comisario Provincial de la Comisaría de Cádiz, Santos Bernal además del Comisario de El Puerto de Santa María, Jose Miguel Sáenz Sáenz. 

El pasado 18 abril tuvo lugar la acción formativa dirigida a todas las unidades policiales, con una importante presencia de agentes pertenecientes a la Brigada de Seguridad Ciudadana.  El objetivo de esta jornada era mejorar la coordinación entre efectivos policiales y sanitarios en aras de dar un servicio público de calidad a los ciudadanos, en los que profesionales  del 061 compuestos por profesionales de la medicina, enfermería y técnicos en emergencias sanitarias, impartieron conocimientos teóricos y fundamentalmente talleres prácticos sobre cómo actuar en situaciones de emergencia vital hasta la llegada del personal sanitario. 

Sanitarios y policías participantes en la acción formativa

Los profesionales sanitarios de emergencias que participaron en el curso de forma voluntaria, formaron a los miembros de la Policía Nacional en técnicas de primeros auxilios a través de cuatro temáticas; Soporte Vital Básico y DESA (desfibrilador experto semiautomático), obstrucción de vías aéreas (golpes dorsales y maniobra de Heimlich) y posición lateral de seguridad, técnicas de reanimación cardiopulmonar, RCP  básica pediátrica, manejo de hemorragias, torniquetes y empaquetamientos así como una visita a la sala de coordinación.

Cada vez son más habituales los servicios humanitarios en vía pública por parte de los agentes policiales, al ser los primeros en llegar al lugar de los hechos, siendo este extremo de vital importancia para que los agentes estén formados y preparados para dar una rápida y diligente respuesta en situaciones de emergencia hasta la llegada de los profesionales sanitarios, siendo los primeros minutos cruciales para salvar la vida de los ciudadanos y reducir secuelas graves. 

La policía Nacional está en continua formación sobre primeros auxilios, al ser muy habitual que se enfrenten a situaciones de riesgo vital tales como atragantamientos, síncopes o control de hemorragias, habiendo realizado en abril del año pasado otra jornada similar.

Un agente fuera de servicio salva la vida a un bebe lactante

El pasado 3 de marzo, sobre las 14:45 horas en las inmediaciones de la calle Palacios de la localidad de El Puerto de Santa María, un policía fuera de servicio salvó la vida de un bebe. El agente circulaba policía, en su vehículo particular cuando se percató de que un grupo de personas se arremolinaban en la acera de la citada calle, y observó a una mujer que corría llorando y gritando. “La niña, la niña. Qué se muere mi hija”, decía.

El agente, sin dudarlo, estacionó su vehículo desplazándose hasta el lugar,  donde pudo ver que un varón (que resultó ser el padre del bebé) sostenía a un bebé de pocos días de vida en sus brazos. Según fuentes policiales, el hombre estaba “muy nervioso y paralizado por la situación, sin saber cómo reaccionar”.

El agente se identificó como Policía Nacional y, tras observar que el bebé no emitía sonidos y su rostro y labios presentaban un color azulado (síntomas compatibles con un posible atragantamiento), comenzó  de inmediato a realizarle la maniobra de Heimlich, colocándolo sobre su antebrazo, cabeza abajo y dando golpes firmes sobre su espalda para liberar y desobstruir las vías aéreas. 

Tras unos segundos de angustia, uno de los testigos espetó: “Ya lo ha echado”. Fue entonces cuando el agente vio como caía de su boca una baba espesa, a la vez que notó como el color de la piel recuperaba su tono rosado y respiraba con normalidad. 

Momentos después la mujer que corría despavorida regresó al lugar donde se encontraban todos, acompañada del empleado de una farmacia cercana al que solicitó ayuda para que socorriera a su hija, haciéndole entrega el agente interviniente a su bebé, ya estabilizado, viviendo un momento  emocionante al verle respirar con normalidad. 

El policía al ver como el padre contactaba con los servicios sanitarios y gestionaba el traslado del lactante hasta el Hospital, se marchó del lugar satisfecho por el eficaz servicio humanitario que llevó a cabo, que tuvo un final feliz. 

Esa misma tarde acudió hasta Hospital Santa María del Puerto, donde el bebé fue trasladado, para interesarse por su estado de salud. Allí le informaron de que ya había recibido el alta y evolucionaba satisfactoriamente.