Crecimiento demográfico

Conil se confirma como la localidad más poblada de la comarca de la Janda

  • Ha superado a Barbate que ocupaba esa primera posición y a la que saca más de 420 habitantes más en el último censo

El Ayuntamiento se plantea una reflexión sobre el crecimiento de la localidad.

El Ayuntamiento se plantea una reflexión sobre el crecimiento de la localidad. / D.C. (Conil.)

Los datos que ofrece a finales de cada año el Instituto Nacional de Estadística (INE), se han convertido en una especie de nota para los ayuntamientos, que ven si crecen o no en su número de habitantes. Se trata de una operación, no muy complicada, a la que hay que sumar los nuevos inscritos como vecinos y los nacimientos; y restar los que dejan de estar en el padrón o han fallecido.

El resultado, en la mayoría de los casos puede ser positivo, como viene ocurriendo en las últimas anualidades  en dos municipios de la comarca de la Janda, Barbate y Conil. Tirando de datos históricos, en 1996, hace unos 25 años, para más concreción, en 1996, Conil tenía un censo de 16.687 vecinos, 5.201 menos que Barbate, que por aquella fecha mantenía el liderazgo comarcal con 21.888 personas censadas.

Años más tarde, en el año 2000, las cifras se fueron acortando, y Conil subía hasta los 17.773 vecinos, mientras que Barbate, alcanzaba los 22.020, lo que marcaba aún una distancia de cuatro cifras, 4.247 vecinos de diferencia.

Fue en enero de 2007, cuando Conil lograba superar la cifra de los 20.000 habitantes, por lo que subía un escalón en cuanto al protectorado de la Diputación para municipios menores de esa población, y hacía crecer el número de representantes municipales, que pasaban de 17 a 21 ediles.

Ese crecimiento demográfico, ha sido imparable, ya que en 2018, se alcanzaron los 22.427 habitantes, siendo la distancia con Barbate de 124 vecinos, ya que la localidad barbateña había perdido mucha población, y mantenía entonces en 22.551 ciudadanos.

Un año más tarde, en 2019, esa barrera poblacional se superaba en 11 escasos vecinos, logrando Conil 22.529 y Barbate, 22.518. En 2020, la distancia comenzaba a ser más grande, 219 vecinos más, Conil 22.775 y Barbate, 22.556.

Los últimos datos se han conocido hace apenas una semana. A fecha de uno de enero de 2021, Conil alcanzó oficialmente la cifra de 23.182 habitantes, y Barbate, 22.761, lo que supone un distanciamiento del primero sobre el segundo de 421 vecinos.

Así las cosas, la población de Conil ha crecido un 38,92% en los últimos 25 años, que traducido a cifras, son 6.495 vecinos más. En cuanto a Barbate, ese crecimiento ha sido del 3,98%, lo que supone un crecimiento de 873 personas.

En el caso de Barbate, se puede entender que la falta de empleo estable, la reducción de los empleos que generaba la pesca, y la salida de muchas personas a la costa levantina, sobre todo a Castellón, pueden estar detrás de esa pérdida poblacional.

Pero en el caso de Conil, dónde está la clave. Su actual alcalde, Juan Bermúdez, que lleva varios mandatos a sus espaldas, asegura, que decir que en “Conil se vive bien en una obviedad,  los conileños no podemos decir otra cosa, estamos encantados”.

A reglón seguido, Bermúdez, puntualiza que  “el que nos visita, el que viene de fuera, ve en Conil un atractivo, una calidad de vida, igual que puede ver en otras localidades, pero que aquí se vive bien y hay cierta calidad de vida”.

El regidor conileño, apunta que “hemos mantenido ese crecimiento poblacional de manera constante a lo largo de los años, de más de 6.000 personas en los últimos 25 años, siendo a raíz de la pandemia cuando ese crecimiento del padrón municipal ha sido mayor”. Ahí, asegura, “hemos visto un salto, no muy significativo, pero sí importante, de unas 150 personas más empadronadas en ese año”.

Juan Bermúdez, cree que ese incremento poblacional ha sido provocado por la pandemia de la Covid-19, por el teletrabajo y porque hacía falta estar empadronado en el municipio para poder salir. A todo ello une, que “la población se fija al territorio cuando hay empleo, cuando hay actividad económica, ha habido muchos proyectos de vida nuevos, que han traído muchos pequeños, y eso se ha notado en el crecimiento de escolares”. En su opinión, “si en un territorio no hay empleo, no hay trabajo, difícilmente se pueden emprender proyectos de vida, o que desde otras localidades se vengan a trabajar aquí y ya se queden como un vecino más”.

El incremento de población, también supone, un crecimiento de los servicios que se deben prestar a los ciudadanos, y hacia dónde crecer al agotarse el suelo urbano. En este punto, la máxima autoridad conileña, asegura que están en ese momento clave de crecimiento, en el que tienen que plantearse “qué modelo de crecimiento queremos, y dónde haya que reflexionar si es necesario poner a disposición más terreno o no”.

Bermúdez asegura que aún quedan por agotarse diferentes sectores urbanísticos, que espera que se desarrollen en estos años, mientras que “nos planteamos un nuevo PGOU que requiere de una reflexión importante y de un tiempo también, para saber hacia dónde queremos crecer, no es algo que urge”. También el alcalde, ha apuntado que a mayor población mayores ingresos de la Participación de los Ingresos del Estado (PIE) y de la Comunidad Autónoma (PATRICA), además de mayores ingresos por tasas e impuestos, que sirven para afrontar la demanda poblacional.

Sobre la denominación de la “España vaciada”, asegura que eso está ocurriendo en Andalucía en pueblos del interior de las provincias de Córdoba y Jaén, “donde la población va disminuyendo, producto de que no hay servicios, no hay calidad de vida, no se dispone de centros educativos o centros sanitarios cercanos, en definitiva, si el vecino o ciudadano en general no tiene esos servicios, es difícil que retorne, y difícilmente en esas zonas se genera empleo, que siempre los humanos hemos ido donde hay trabajo y una calidad de vida más o menos razonable”.

Todo lo contrario ocurre en los pueblos costeros, donde según expone el regidor conileño, “hay vecinos de todos los puntos del país, y de muchas nacionalidades, algo que también se ha visto incrementado con el teletrabajo, ya que puedo tener mi trabajo en el País Vasco, y puedo estar en Conil, solo tengo que conectarme”, asegurando que conoce a mucha gente que vive en Conil, pero su oficina la tiene en otra ciudad”, algo que asegura “lo hemos notado durante la pandemia”, ya que ha elevado el número de empadronamientos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios