Operación Spider: un guardia civil, narcos de los Balcanes y estibadores, entre los 70 detenidos en el mayor golpe al narcotráfico portuario de España
La Policía Nacional de Valencia desmantela la red que controlaba la contratación de estibadores para introducir 4,5 toneladas de cocaína. El juez envía a 41 personas a prisión
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La corrupción enquistada en el corazón del Puerto de Valencia ha saltado por los aires. La Policía Nacional ha desarticulado una sofisticada organización criminal que durante años controló los procesos de selección de estibadores para facilitar el tráfico de cocaína a gran escala, en una operación que ha culminado con la detención de 81 personas y el decomiso de 4,5 toneladas de droga.
Entre los arrestados se encuentran un agente de la Guardia Civil, tres miembros del temido cártel de los Balcanes, 17 trabajadores portuarios, nueve camioneros y 17 responsables de cinco empresas, según ha informado la Policía Nacional en rueda de prensa. El juez instructor ha decretado este viernes por la noche el ingreso en prisión provisional para 41 de los 70 detenidos que han pasado ya a disposición judicial.
La denominada operación Spider ha puesto al descubierto una trama criminal de dimensiones extraordinarias que se consideraba a sí misma "la llave" de entrada de la cocaína en Europa. Durante 18 meses, los investigadores han desentrañado una estructura organizativa que había logrado infiltrarse en los propios cimientos del Puerto de Valencia, controlando desde dentro cada paso del proceso que permitía introducir la droga en territorio español.
La organización había establecido un "pleno dominio sobre los procesos de selección de estibadores", según han explicado los mandos policiales que dirigieron la operación. Su modus operandi incluía el amaño de exámenes de acceso y la falsificación de los test de drogas de los aspirantes a trabajar en la estiba portuaria.
El Centro Portuario de Empleo se había convertido en el epicentro de una "lucha soterrada" donde la organización criminal pugnaba por introducir a sus miembros en la estiba. Una vez infiltrados, estos trabajadores corruptos controlaban las jornadas laborales para colocar los contenedores "contaminados" en ubicaciones estratégicas y alertar sobre posibles movimientos policiales.
Pero la sofisticación de la trama iba más allá: algunos componentes de esta red llegaban a falsificar documentos para hacer constar que los miembros detenidos habían solicitado una excedencia antes de su arresto, garantizando así que pudieran reincorporarse al trabajo portuario una vez cumplida su condena.
La operación ha revelado la existencia de los llamados "hombres araña", especialistas que se dedicaban a escalar por los contenedores del puerto para acceder hasta la mercancía. Sus movimientos acrobáticos fueron grabados por los drones policiales, proporcionando evidencias clave para la investigación.
El despliegue policial ha sido de dimensiones extraordinarias: 59 registros domiciliarios (53 de ellos simultáneos), con la participación de más de 450 agentes de diversos grupos especializados, todos coordinados por el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia.
El botín incautado refleja la magnitud del negocio criminal: además de las 4,5 toneladas de cocaína, los agentes han intervenido 365.000 euros en efectivo, relojes de lujo valorados en dos millones de euros, 53 vehículos de alta gama, diamantes, lingotes de oro y un barco valorado en 400.000 euros.
El aspecto más inquietante de la operación ha sido el descubrimiento de un importante arsenal: un rifle, una escopeta, tres revólveres, un arma corta, dos bolígrafos pistola, dos armas simuladas, tres pistolas táser y abundante munición. Este armamento evidencia el nivel de peligrosidad de una organización que no dudaba en recurrir a la violencia para proteger su negocio.
La investigación ha puesto al descubierto las conexiones internacionales de la red, especialmente con el cártel de los Balcanes, una de las organizaciones criminales más poderosas de Europa en el tráfico de cocaína. Tres miembros de esta peligrosa organización se encuentran entre los detenidos, lo que subraya la dimensión transnacional del operativo.
Los investigadores han identificado además una compleja red de blanqueo de capitales que aún permanece bajo investigación. Esta parte de la operación, que continúa abierta, podría deparar nuevas sorpresas en los próximos meses, según han indicado las fuentes policiales.
El titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia ha adoptado medidas cautelares contundentes tras analizar la documentación aportada por la investigación. De los 70 detenidos que han pasado a disposición judicial, 41 han ingresado en prisión provisional.
Para 27 de ellos, la medida es incondicional, lo que supone su ingreso inmediato en prisión sin posibilidad de fianza. Los otros 14 pueden eludir la cárcel si abonan fianzas que en algunos casos alcanzan los 40.000 euros, una cifra que refleja la consideración del juez sobre el riesgo de fuga y la gravedad de los delitos imputados.
Los 29 detenidos restantes han quedado en libertad provisional con la imposición de medidas cautelares que incluyen comparecencias periódicas en sede judicial.
Los mandos policiales que han dirigido la operación han expresado su esperanza de que este golpe suponga "un punto de inflexión" en la lucha contra el narcotráfico en el Puerto de Valencia. Sin embargo, han advertido que mantendrán "el foco puesto" en las instalaciones portuarias, conscientes de que otras organizaciones podrían intentar ocupar el vacío dejado por la red desarticulada.