Un viaje a través de la historia

Un grupo de escolares cuchichea y compara el majestuoso barco atracado en la dársena de El Saladillo de Algeciras con la Perla Negra de Jack Sparrow momentos antes de subir, ayer por la mañana, a través de una pasarela hacia una inmersión en la navegación del pasado. Un viaje en el tiempo posible de la mano de la réplica de la nao Victoria, el primer barco que dio la vuelta al mundo entre 1519 y 1522 y que ahora, casi cinco siglos después, surca los mares emulando esa gesta histórica. Lo primero que echan en falta nada más poner pie en la cubierta es el timón de rueda y preguntan por él. No existe porque, sencillamente, no se inventó hasta el siglo XVII. Su lugar lo ocupa el "pinzote", una forma de gobierno marino más antigua y compleja.

Son algunos de los detalles que la Fundación Nao Victoria -responsable del barco botado en 1991 en Isla Cristina y obra del perito naval Ignacio Fernández Vial- explica a los visitantes en cada puerto donde amarran el majestuoso buque de 26 metros de eslora y 7 de manga y cuya silueta destaca entre los barcos deportivos del club náutico. Permanecerá atracada hasta el domingo y será visitable hasta entonces entre las diez de la mañana y las seis de la tarde.

Las autoridades del puerto algecireño recibieron ayer al navío con una delegación encabezada por el presidente de la APBA, Manuel Morón, quien bromeó con el tamaño del buque y su capacidad para acoger contenedores. El capitán marítimo de Algeciras, Julio Berzosa, destacó la elección de Algeciras para una de sus escalas por ser un lugar que forma parte de las rutas internacionales con las que hoy las mercancías dan la vuelta al mundo. Al mismo tiempo de la visita protocolaria, los escolares se introducen en la bodega y comparan la estrechez de los camastros con las comodidades actuales.

El barco no sólo está destinado a la visita de estudiantes, según destacan Manuel Murube, capitán de la nave, y José Luis Hernández, responsable de la navegación. La actual tripulación, una decena de personas, navega bajo unas condiciones únicas pero bastante diferentes de las de hace cinco siglos, cuando el escorbuto era el temor más extendido entre los marinos junto con la incertidumbre ante la posibilidad de que el abismo del fin del mundo y criaturas desconocidas engulleran la embarcación.

La réplica cuenta con un motor que lo convierte en un navío totalmente autónomo y en la trastienda (la zona no visitable) se encuentran todos los elementos técnicos modernos para garantizar el gobierno del buque.

"¿Y en esto dieron la vuelta al mundo?", apuntan los chiquillos mientras fotografían los mástiles y las velas recogidas. De hecho, es una de las preguntas más frecuentes, destaca Hernández, junto con las curiosidades de la actual tripulación entre la que hay hombres y mujeres.

"Nuestra idea es acercar esta gesta que se conoce en muchos otros países pero no en España. La mayor parte de la tripulación de la expedición era española", apostilla Hernández. De hecho, la nao zarpó junto con otras cuatro -Trinidad, San Antonio, Concepción y Santiago- el 10 de agosto de 1519 con 248 personas a bordo en total. Sólo sobrevivieron y tocaron tierra de vuelta un total de 18 marinos a bordo de la Victoria, capitaneados por Juan Sebastián Elcano entrando por derecho propio en la historia de la navegación marítima.

No es la primera vez que el buque se amarra en la ciudad. Durante los años 2004 a 2006 realizó una vuelta al mundo que tuvo una etapa prólogo en Algeciras. Y hace ahora diez años, en 2006, también tocó tierra aquí tras acabar esa circunnavegación. Desde entonces ha visitado Estados Unidos y realizado una exitosa gira por el norte de Europa, siendo el primer barco de estas características en realizar una travesía así. Desde la dársena del Estrecho, la nao partirá hacia Fuengirola (Málaga), para seguir, poco a poco, rodeando al mundo como hace ahora casi cinco siglos.