Las navieras confían en la estrella

Charlotte Petersen toma el testigo de Juan Ureta como directora general de Star Container Spain La compañía emplea a 47 personas y facturó el pasado año 7,5 millones de euros

Charlotte Petersen, junto a una pila de contenedores de sus clientes en el depósito del Cortijo Real.
Charlotte Petersen, junto a una pila de contenedores de sus clientes en el depósito del Cortijo Real.
A. Muñoz Algeciras

01 de septiembre 2013 - 01:00

Charlotte Petersen tomó en febrero el testigo de Juan Ureta como directora general de Star Container Spain, la empresa dedicada a la venta, reparación, almacenaje y realización de proyectos de contenedores marítimos. Entonces se convirtió en una de las pocas, si no la única mujer en un cargo directivo en una empresa del sector portuario en Algeciras.

La responsable del depot del Cortijo Real es danesa y llegó al Campo de Gibraltar de la mano de la compañía de la estrella en 2003 tras licenciarse en Economía y culminar con éxito varios programas de formación de la empresa. Pasó por varios puestos en APM Terminals y en Comesa hasta que llegó su oportunidad de dirigir el depósito de contenedores.

Ser mujer en el muelle no fue fácil. "Hay que aportar mucho más que un hombre porque se da por hecho que él sabe cómo hacer las cosas. Si entra una chica, y además es rubia, ya tienes que demostrar que sabes hacerlo", contó Petersen en el perfecto español que ofrece el haber echado raíces en Algeciras.

"Pero las mujeres somos más humanas. Yo creo que hablamos distinto y el tratamiento es diferente", comentó la responsable de Star Container. En Algeciras, donde se encuentra la sede de la empresa en España, dirige un equipo de 47 personas, más otros 10 temporales durante las puntas de trabajo.

Star Container Spain fue constituida en 1989 bajo el nombre de Contenedores del Mediterráneo (Comesa) y, además de sus principales clientes, Maersk Line, APMT y DAMCO, cuenta en su cartera con Cosco, Yang Ming, UASC, K Line, China Shipping, CPI, CMA, DAL, MOL, Marfret, Hillebrand y Tiba. Muchas de ellas navieras llegadas de la mano de Total Terminal International (TTI) Algeciras, y otras que ya eran clientes antes de la puesta en marcha de la terminal semiautomática de contenedores.

Compañías que ofrecieron un volumen de negocio de 7,5 millones de euros en 2012 y 4,7 millones hasta julio de este ejercicio. En sus más de 40.000 metros cuadrados de superficie en el Cortijo Real destinado al depósito de contenedores y cuatro naves repararon e inspeccionaron el pasado año 58.847 contenedores y entre enero y julio, 37.506.

La directora general de la compañía identificó los retos del mercado local en la crisis económica y en la competencia con el resto de compañías locales también dedicadas a los servicios al contenedor. "Nosotros dependemos de que las empresas exporten o importen su mercancía y si el mercado sólo es español no se usan contenedores", contó Petersen, que también nombró la difícil situación que supone la instalación de otras empresas que han recibido incentivos públicos para su ubicación en Algeciras.

"Nosotros ofrecemos una calidad superior al resto pero hay quien oferta precios mucho más baratos por las subvenciones que tienen, que son totalmente legales, pero que nos obligan a luchar porque nosotros nunca las hemos recibido", lamentó la directora general de Star Container.

Ese tema lo han llegado a comentar con las administraciones competentes. "Ellos han obtenido las subvenciones con todas las de la Ley, pero si en una ciudad das subvenciones a uno, el resto puede llegar a cerrar por ayudar a ese uno", indicó.

Depósito, reparación, venta de contenedores y todos lo necesario para su mantenimiento forman parte de los servicios que ofrecen en la ciudad y en cualquier punto de España, para reparaciones urgentes. Además, ejecutan proyectos de reciclaje de los típicos teus en proyectos arquitectónicos modernos. La terminal de cruceros del Muelle de las Delicias de Sevilla surgió de Star Container Spain, igual que los contenedores del Espacio Alcultura de la dársena del Saladillo o proyectos de cooperación para el desarrollo como la escuela del proyecto Simba para Marruecos y otro que está en cartera, un edificio que funcionará como Ecocentro para Chaouen encargado por el Ayuntamiento de Málaga y financiado por Programa de Cooperación Transfronteriza España-Fronteras Exteriores (Poctefex).

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