Alma Cruceros, del glamour y el lujo al cierre y destierro en Gibraltar en apenas un mes
El proyecto turístico de la naviera malagueña se hunde en pocas semanas y la empresa lo achaca a la ruptura del alquiler del crucero 'Ocean Victory'
El buque, embargado por los impagos acumulados hacia el consignatario, se encuentra fondeado frente a Gibraltar desde finales de mayo
Vistas privilegiadas al mar, 93 camarotes de lujo y una oferta gastronómica de primer nivel de la mano de los chefs Martín Berasategui y Paolo Casagrande. Todo apuntaba a una singladura de éxito para la naviera malagueña Alma Cruceros, cuyo sueño de establecer un servicio de viajes de alto nivel desde Málaga y Barcelona se ha ido a pique en apenas un mes.
La naviera encabezada por el empresario Elisardo Sánchez ha anunciado el cese definitivo de su actividad a las pocas semanas del inicio de las operaciones. Y atribuye el cierre a una "rescisión unilateral e injustificada" del contrato de alquiler del barco que operaba por parte de sus propietarios. Se trata del Ocean Victory, un imponente crucero construido en 2021, con 104 metros de eslora, capacidad para más de 180 pasajeros y toda clase de servicios y confort a bordo. El buque se encuentra desde finales de mayo en la zona de fondeo gestionada por Gibraltar en la zona de levante, a la espera de la evolución de los acontecimientos.
Alma Cruceros comenzó a operar viajes el pasado 18 de abril desde el puerto de Las Palmas de Gran Canarias a Málaga y preveía ofertar este verano recorridos por la costa andaluza y el norte de Marruecos, así como salidas desde Barcelona con destino a la Costa Azul, Córcega y Cerdeña.
Pero todo se hundió a primeros de mayo, cuando el Ocean Victory fue embargado por los impagos acumulados hacia el consignatario del barco -que se encarga de adelantar los pagos de la compañía cuando atraca en un puerto, como el abono de tasas portuarias o servicios-, Lantimar Group, según publicó el martes el diario económico Cinco Días.
"De forma sorpresiva, los propietarios del barco han retirado la nave con destino a Gibraltar, llevándose a bordo todos los bienes y equipamientos pertenecientes a Alma Cruceros", un traslado que se produjo el pasado 26 de mayo, según han precisado desde la empresa. Alma Cruceros considera que esta decisión de los propietarios del Ocean Victory, una sociedad con sede en Madeira, ha dado al traste con las iniciativas de la empresa para tratar de mantener el proyecto operativo.
Previamente, la naviera tuvo que suspender sus servicios y ahora ha justificado que se debió a incumplimientos del proveedor hotelero y del catering "cuya falta de respuesta operativa imposibilitó ofrecer la experiencia prevista a los pasajeros".
La naviera está tramitando todas las reclamaciones de clientes y proveedores, si bien se reserva el derecho de iniciar las acciones legales para "resarcirse de los perjuicios ocasionados por decisiones ajenas que han dañado gravemente a clientes, proveedores y al propio proyecto". Mientras tanto, el Ocean Victory se mantiene en el horizonte del Estrecho sin que haya información cuál y dónde será su próximo destino como crucero de lujo.
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