El Puerto de Algeciras y sus conexiones marítimas se mantienen al margen de la grave crisis climática por sequía que tiene en jaque al Canal de Panamá y a centenares de rutas comerciales en todo el mundo.

El Canal de Panamá, que permite unir el Mar Caribe y el Océano Pacífico desde hace más de un siglo, atraviesa una situación extrema por la falta de lluvias que alimenten el lago Gatún, del que proceden las aguas con las que se regulan las esclusas utilizadas por navieras de todo el planeta para acortar camino en sus tránsitos internacionales.  

El sistema climático de Panamá se rige por una temporada lluviosa y otra seca. La primera comienza a partir de mayo y dura aproximadamente hasta noviembre, y la segunda va de diciembre a abril, exceptuando la vertiente del Caribe donde llueve casi todo el año, de acuerdo con el Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá. Pero este 2023 la sequía se ha prolongado, afectado el suministro de agua y las actividades agropecuarias, especialmente la cría de ganado, además de al tráfico marítimo. 

El pasado 19 de abril, la autoridad del Canal puso en marcha la quinta restricción de calado a los buques Neopanamax, los de mayor tamaño habilitados para atravesar por la ampliación inaugurada en 2016. Este tipo de buques suponen aproximadamente el 25% de los tránsitos anuales de los cargueros de mayor tamaño, categoría en la que también entran los Panamax. En 2022 fueron 2.131 los tránsitos de buques Neopanamax contabilizados en el año fiscal panameño, que abarca de abril a marzo. 

Para lograr un menor calado, las navieras se han visto forzadas a reducir la carga de sus navíos de mayor capacidad, en los que invirtieron millones de euros dentro del proceso de gigantismo al que se subieron prácticamente todas las compañías a mediados de la década pasada. Y, a menor capacidad utilizada, la ecuación para equilibrar los gastos e ingresos solo tiene una solución: un incremento del precio de los fletes. 

En principio, la sequía del Canal de Panamá no debe afectar directamente al Puerto de Algeciras, según explican desde la Autoridad Portuaria. Actualmente, Algeciras cuenta con dos servicios que atraviesan el Canal de Panamá. Se trata del Med Caribe y el Ecumed. Ambos son semanales, pero por el tamaño de los buques (de 6.700 contenedores el primero y entre 4.000 y 5.000 cajones en el segundo) no se ven afectados hasta el momento por las restricciones, ya que hacen referencia a barcos de mayor tamaño.

El Estrecho de Gibraltar, ubicado en la ruta marítima Round the world, es uno de los cuatro principales nodos marítimos-portuarios y logísticos a nivel mundial junto precisamente al Canal de Panamá, además del Canal de Suez y el Estrecho de Malaca.

"La afección de las restricciones previstas en Panamá debería ser mínima para el Puerto de Algeciras, ya que hablamos de buques de menor tamaño que proceden de la costa Oeste americana. En nuestro caso, la mayor conectividad del Puerto de Algeciras es con los puertos de la costa Este del continente americano, los más cercanos a Europa. América es un mercado estratégico para el Puerto de Algeciras que cuenta con conexión directa con una treintena de puertos y una quincena de países de América del Norte, Centroamérica y América del Sur. En total son 31 servicios operados por 13 navieras en diez líneas regulares", explica Gerardo Landaluce, presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras.

Impacto en el comercio global

Pero el impacto a escala global se antoja como inevitable si la sequía se agrava y los niveles del lago Gatún descienden nuevamente. La reacción prevista en el mercado será un nuevo incremento de los fletes que se acabará trasladando a los productos finales que lleguen a los mercados.

El Canal de Panamá es utilizado por 180 rutas marítimas de 170 países. Solo el pasado año, fue atravesado por 14.329 buques que conectaron con 1.920 puertos de todo el mundo.

El lago Alajuela, a las afueras de la ciudad de Panamá.

¿Cuáles son las alternativas? Los analistas que siguen la situación apuntan a navegar directamente desde Asia a la costa oeste de Estados Unidos. O importar mercancías desde Asia a la costa este a través del Canal de Suez, una ruta en la que el Puerto de Algeciras sí tendría un papel protagonista por encontrarse en el centro de ese tránsito, aunque añadiría tiempo de singladura a las rutas en un mercado en el que cada segundo cuenta. 

Emergencia ambiental

El Gobierno de Panamá acordó el pasado martes 30 de mayo la declaración del estado de emergencia ambiental ante la prolongación de la época seca. No solo el emblemático paso marítimo se ve afectado, ya que la falta de lluvias también perjudican al abastecimiento de agua y la agricultura.

La medida se basa en que las altas temperaturas, la evaporación y la falta de lluvias son el preámbulo a la llegada de un posible fenómeno de El Niño, con lo que disminuiría la capacidad de contar con agua para el consumo humano y la actividad agrícola a lo largo de todo el país, según la justificación del Gobierno. Los lagos artificiales Alhajuela y Gatún, que además de al Canal abastecen de agua a más de la mitad de la población, "se han visto mermados drásticamente por la prolongación de la estación seca".