La Junta prohíbe por diez años la pesca de anguila en el río Guadalquivir

Los pescadores reciben con tristeza el decreto que les obliga prácticamente a desaparecer

Pedro Ingelmo / Cádiz

16 de abril 2009 - 01:00

El Guadalquivir baja turbio hacia su estuario y las angulas se asfixian en su intento de convertirse en anguilas río arriba. Barcas herrumbrosas pueblan las orillas, las de los pescadores que desertaron. Un informe de la Junta de Andalucía ha impuesto una moratoria de diez años en los que se pretende recuperar la anguila, prácticamente aniquilada. La propia Junta reconoció que no sólo ha sido la pesca nunca regulada en barcos artesanos con mínimos navegables y redes como mosquiteras la que ha puesto fin a la especie.

La administración andaluza coloca por encima de la pesca otros dos factores. El primero, los obstáculos que encuentra la angula para remontar el río. La segunda, después de varios estudios biológicos, la presencia de "organoclorados, metales pesados, mercurio y plomo".

Manuel Pazos es riachero a tiempo y afirma que hace quince años se contabilizaron 40 toneladas de angulas extraídas del río. El año pasado la pesca total ascendió a 300 kilos.

Unos 120 pescadores de Trebujena, Lebrija, Isla mayor y algunos pequeños pueblos más de la ribera tuvieron mostraron su descontento con técnicos de Medio Ambiente. Según los técnicos "por cada kilo de angula que cogen los riacheros se pierden tallas comerciales de las especies afectadas por un valor de 72.000 euros". En total, un valor al año de 71 millones de euros. Son boquerones, listas o sardinas que caen en sus persianas. Esta cantidad se sacrifica por un volumen de negocio que se estima en unos 90.000 euros, el de los riacheros.

Los pescadores del Bajo Guadalquivir reciben con estupor el decreto de la Junta que les condenará a la desaparición. La anguila, como antes ocurrió con la pesca del esturión, prácticamente ha desaparecido de un río turbio.

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