La Bahía alberga el único barco de vapor en activo en España
El 'Hidria Segundo', antiguo aljibe de mercantes en la ría de Vigo, busca fondos para poder volver a Galicia, o encontrar trabajo, tras un desengaño en la comarca
El único barco de vapor en activo que existe en España está en la Bahía de Algeciras. Una auténtica joya que en sus tiempos se usó como aljibe para surtir de agua de manantial a los mercantes de la ría de Vigo y que hoy, debido a la mala suerte y a otros desencuentros, se encuentra fondeado frente a la playa de Poniente de La Línea. Se trata del Hidria Segundo, una nave de madera de 30 metros de eslora construida en 1966 -con motor de vapor de triple expansión heredada del Hidria Primero, de principios del Siglo XX- completamente restaurada y lista para usarse como museo, como buque de pasajeros para rutas turísticas, para organizar talleres de pesca responsable o simplemente para celebrar en él todo tipo de eventos.
Con ese fin de hicieron con él en 1997 Jacobo Costa y Sesé Otero, de Vapores del Atlántico, aunque la vida desde entonces les ha destinado a tener que pedir ayuda para volver a Galicia o llegar al puerto donde tengan trabajo. Su historia ya ha llegado a Galicia y de hecho, el diario La Voz de Galicia se hizo eco en su edición del viernes de esta historia de mala suerte.
Sesé contó que se aventuraron a viajar hasta la Bahía a principios de agosto después de constatar que se había cancelado un contrato en Galicia para hacer una exposición itinerante por los puertos gallegos. Una actividad que, según los armadores, llegó a presentarse oficialmente como Puertos Xacobeos y que, llegado el momento, se cayó. La oportunidad del Estrecho les vino como la última oportunidad para hacer frente a las deudas contraídas. Al puerto deportivo de Alcaidesa llegaron a principios de agosto, con la intención de usar la nave como sede de eventos y para rutas de avistamiento de cetáceos.
Un mes estuvo el Hidria Segundo atracado en La Línea, hasta constatar, pasado el tiempo, que las promesas eran humo, tener que despedir y mandar a casa a tres de sus tripulantes y salir a fondear en la Bahía, ante la imposibilidad de pagar el atraque.
Ahora piden ayuda para poder trasladarse de manera segura -precisan a tres voluntarios para que el barco navegue de manera segura- y para pagar el combustible que les lleve a casa o donde haya trabajo. Sesé cuenta que no son los únicos que cayeron en el engaño del empresario que les embaucó ya que, después de estar aquí, han sabido de dos casos más. "Cuando termine la borrasca y veamos las cuentas claras, los damnificados nos uniremos y le denunciaremos", declaró la armadora. Mientras tanto, una joya fondea en la Bahía.
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