El río Palmones y las sociedades portadoras del tecnocomplejo achelense (y II)

Instituto de Estudios Campogibraltareños

El análisis sedimentológico describe las facies fluviales y su relación con los procesos geomorfológicos del río Palmones durante el Cuaternario

Las sociedades achelenses del Palmones muestran patrones técnicos, materiales y sociales que anticipan comportamientos modernos previos al Neandertal

La desembocadura del río Palmones.
La desembocadura del río Palmones. / Vanessa Pérez
Vicente Castañeda, Nuria Herrero, Antonio Castañeda, Domingo Mariscal y Francisco Torres

03 de noviembre 2025 - 04:00

La sedimentología de los depósitos del río ha podido ser estudiada en los escasos cortes frescos y en las excavaciones arqueológicas de urgencia realizadas por los autores en los yacimientos de Lazareto y Los Cuartillos. Hemos distinguido las siguientes facies:

Llanura de inundación. Arcillas de colores abigarrados, predominando el rojo, aunque también verdosas y amarillentas, con finas pasadas de limos. Presentan estructura masiva y laminación paralela.

Desbordamiento de canal. Conglomerados de matriz arenosa, con cantos de pequeño tamaño (menos de 2 cm) de subangulosos a redondeados y de baja esfericidad, estratificación masiva, muros erosivos y acuñamiento lateral.

Progradación de barras. Conglomerados con cantos y bloques (hasta 10 cm) de subangulosos a subredondeados y de baja esfericidad, con estratificación masiva o estratificación horizontal muy grosera y muros erosivos, que se acuñan lateralmente de forma rápida. La matriz es de arenas rojas.

Relleno de canal. Conglomerados de matriz arenosa con cantos y bloques (de hasta 1 m) de subangulosos a redondeados y de baja-media esfericidad. Aparecen en niveles lenticulares con muros erosivos, paleocanales, estratificación masiva e imbricación de cantos.

Se trataría pues de sedimentos originados en ríos trenzados de tipo braided. Este modelo, a falta de posteriores estudios, no es aplicable a parte o a la totalidad de los niveles de terraza de la Zona 6 debido al origen fluvio-marino de los sedimentos de la desembocadura y a un posible paso de río braided a río meandriforme.

Los cantos y bloques son en su mayor parte de Areniscas del Aljibe, siendo los más cementados (con cementos silíceos y ferruginosos) y compactos la principal materia prima, durante el Paleolítico, para la fabricación de herramientas de trabajo. En menor proporción hay calizas de distintos tipos y escasos cantos de sílex, procedentes de la erosión de relieves tipo Cerro Calderón, que afloran, o ya han sido totalmente erosionados, en la cuenca del Palmones.

Con la distalidad de los depósitos encontramos un menor tamaño y proporción de bloques, mayor competencia de los cantos de arenisca y mayor proporción de cantos silíceos (las áreas fuente de estos últimos serían más escasas en la cabecera). En las Zonas 5 y 6 hay presencia de cantos metamórficos aportados desde el este por las corrientes marinas de deriva litoral.

Zonas con terrazas en la cuenca del Río Palmones. 1. Las Navas de Gibraltar. 2. Cola del Embalse de Charco Redondo. 3. Venta el Frenazo-Majadillas. 4. Inmediaciones de la Villa de Los Barrios. 5. La Almoguera. 6. Desembocadura del Río Palmones.
Zonas con terrazas en la cuenca del Río Palmones. 1. Las Navas de Gibraltar. 2. Cola del Embalse de Charco Redondo. 3. Venta el Frenazo-Majadillas. 4. Inmediaciones de la Villa de Los Barrios. 5. La Almoguera. 6. Desembocadura del Río Palmones.

El tecnocomplejo Achelense

Para este estudio preliminar hemos elegido de cada terraza aquellos sitios arqueológicos que nos ayuden a aproximarnos al proceso técnico de trabajo encaminado hacia la realización de las herramientas de trabajo. Así, de la T3 hemos elegido, por ejemplo, los sitios de Lazareto-1, Altos de Ringo, Huerto Castillo-1 y Huerto Castillo-2, mientras que de la T2 el sitio de El Chaparral, Las Haciendas, Moheda Conejo, entre otros.

Estos trabajos arqueológicos desarrollados a lo largo del valle fluvial del río Palmones nos han permitido documentar, como ya hemos comentado, una alta concentración de sitios relacionados con las sociedades portadoras del tecnocomplejo Achelense o Modo 2, vinculados con los niveles de terrazas altas y medias. Igualmente, los trabajos geológicos realizados sobre las terrazas fluviales nos han permitido obtener una primera visión sincrónica y diacrónica, a falta de las necesarias dataciones absolutas.

Estos sitios arqueológicos deben contextualizarse en el modelo planteado por E. Vallespí para el Paleolítico inferior de la península Ibérica, quien ha esbozado la existencia de un área nuclear del Achelense ibérico en la vertiente atlántica, donde se incluiría la baja Andalucía. Así, defiende en esta zona la presencia de un Achelense antiguo ibérico al que sucede un Achelense Pleno.

Este modelo de ordenación tecnológica constituye hasta la fecha la única propuesta de síntesis existente para la zona, defendiendo un sistema alternativo a la secuencia clásica francesa. Pero el modelo planteado por E. Vallespí va mucho más allá, ya que supera los modelos normativos mecanicistas caracterizados por la evolución unilineal de los diferentes tecnocomplejos. Así, plantea la convivencia de diferentes sistemas técnicos, circunstancia ésta que tendrá que ser desarrollada con un claro contenido histórico.

Estos trabajos de síntesis planteados por E. Vallespí para la baja Andalucía deben servirnos como un referente claro a la hora de contextualizar los hallazgos localizados en el Campo de Gibraltar, aunque somos partidarios de la creación de un modelo de contrastación alternativo para la Comarca. Que, como es lógico, a escala general tendrá sus similitudes con la baja Andalucía, mientras que en el ámbito particular presentará sus peculiaridades regionales.

Como ya hemos podido comentar con anterioridad, dadas las limitaciones de la fase del proyecto en la que nos encontramos, aquí tan sólo nos centraremos en el proceso técnico de talla encaminado hacia la fabricación de las herramientas de trabajo, que nos permita obtener una primera aproximación a los modos de trabajo de las sociedades del Paleolítico, y la articulación social del trabajo, donde valoraremos los lugares de asentamiento, la distribución de los recursos naturales, las áreas de captación de las materias primas, etc.

El registro arqueológico documentado tanto en superficie como en conexión estratigráfica se relaciona tan sólo con los productos transformados en roca ante los problemas de conservación de las terrazas fluviales. Este hecho, unido al tipo de intervención arqueológica realizada, restringe las inferencias históricas obtenidas.

El estudio de los sitios arqueológicos localizados en las terrazas altas y medias nos ha aproximado, en primer lugar, a la selección y utilización de las materias primas empleadas en la fabricación de las herramientas de trabajo.

Lazareto. Bifaces.
Lazareto. Bifaces.

Esta circunstancia nos ha permitido comprobar un uso masivo de la arenisca en las estrategias de aprovisionamiento y transformación en herramientas de trabajo. El empleo de este tipo de materia prima no solamente es consecuencia de su abundancia en las terrazas del río Palmones, sino también por las características relacionadas con esta roca, donde no se emplea cualquier tipo de arenisca sino que, tras una selección previa, se transforman aquellas caracterizadas por un grano fino y compacto, que ante los procesos de fracturación ofrecen unos filos activos para ser utilizadas como herramientas.

Otra de las materias primas empleadas por estas sociedades es el sílex, siendo éste también transportado por el río Palmones aunque en proporciones ínfimas. Los productos transformados en sílex están escasamente representados en los sitios localizados en las terrazas altas, tal como se constata en Lazareto 1 o Huerto Castillo. Aumentando este porcentaje en los sitios de Moheda Conejo o El Chaparral, relacionados con los momentos avanzados del tecnocomplejo Achelense o Modo 2. Estas circunstancias cambian a partir del tecnocomplejo Musteriense, donde el sílex adquiere un protagonismo importante con relación a la arenisca.

Las proporciones tan ínfimas de sílex transportadas por el río Palmones, unido a su incremento progresivo a lo largo del Pleistoceno, nos permiten plantear como hipótesis los inicios de una movilidad por medio de una frecuentación de los sitios a través del nomadismo, con la finalidad de apropiarse de las materias primas y recursos subsistenciales. Esta hipótesis está siendo contrastada actualmente por medio de los estudios petrológicos.

Con relación a la gestión de la materia prima podemos documentar una serie de diferencias diacrónicas, relacionadas no sólo con las distintas ocupaciones vinculadas al Modo 2 o Achelense, sino también con el Modo 3 o Musteriense.

Los sitios localizados en las terrazas más altas, ejemplificados en Lazareto 1 y Huerto Castillo, están caracterizados por patrones de explotación sencilla dominados por una talla aleatoria no jerarquizada, longitudinal y bipolar ortogonal, estando totalmente ausente o en proporciones ínfimas la talla multipolar y la centrípeta. Por el contrario, en las terrazas medias se comienza a observar el dominio de un esquema racional y unas estrategias de talla más complejas, como las multipolares y centrípetas, frente a las más simples, tal como se constata en Moheda Conejo y sobre todo en El Chaparral. Circunstancia ésta que se verá acentuada con el desarrollo del siguiente sistema técnico o Modo 3.

Los patrones de explotación también determinan una estandarización de las BP, documentándose un alto porcentaje de BP corticales y cortical-no corticales frente a las no corticales en las terrazas altas; mientras que en las terrazas medias, aunque se observan las diversas fases del proceso de talla, son mayoritarias las que no presentan córtex. Igualmente, las estrategias sencillas también se observan en las plataformas de percusión, principalmente lisas o corticales.

Los productos retocados, que generalmente se incluyen en las herramientas de trabajo, se caracterizan, para las sociedades portadoras del tecnocomplejo Achelense, tanto en las terrazas altas como medias del río Palmones, por una elevada presencia de cantos tallados, bifaces, hendedores y triedros, dividiéndose según el momento de la cadena operativa lítica en los que se fabrican sobre BN1GC o BN2G. Igualmente, también aparecen, aunque en menor proporción, denticulados, raederas o muescas.

La mayoría de estos productos arqueológicos están íntimamente relacionados con la caza y el despiece, que, a falta de restos faunísticos en el Campo de Gibraltar, debe relacionarse con los modos de trabajo sobre grandes mamíferos. Igualmente, aunque con menor representatividad, también aparecen productos vinculados a actividades domésticas (raederas, muescas, etc.).

Atendiendo a estas premisas, el río Palmones aparece como un lugar idóneo para la vida de estas sociedades, donde un patrón de asentamiento repetido como el localizado en nuestra área de estudio no solamente le facilitará el acceso a los recursos subsistenciales, sino también como una vía natural de comunicación, que relacionaría al Campo de Gibraltar con la antigua depresión de La Janda. Quizás ésta sea la causa que justifique la alta concentración de sitios achelense o Modo 2 localizados en las distintas terrazas del río Palmones, funcionando este paso natural no sólo para los homínidos, sino también para la fauna cazada.

Una frecuentación del territorio por medio del nomadismo a finales del tecnocomplejo Achelense o Modo 2, tal como ha señalado el profesor E. Vallespí, encaminada hacia la apropiación de materias primas silíceas para la fabricación de herramientas de trabajo, debe conjugarse también con otros modos de trabajo como la caza o la recolección. Todo ello nos informa sobre los inicios de un comportamiento moderno anterior a la presencia del Homo neanderthalensis en la comarca.

La presencia de evidencias materiales relacionables con Homo neanderthalensis tan sólo ha sido planteada para los sitios de Cerro del Pilar, Altos de Ringo Rango-Depósitos de Agua y Pantano Terraza Baja. Esta circunstancia nos invita a reflexionar sobre la articulación social del territorio por parte de estos homínidos, que presenta diferencias sustanciales con relación a épocas anteriores y con los nuevos modos de trabajo. Sin duda, el desarrollo de la investigación arqueológica nos ayudará a comprender estos hechos.

Como ya hemos comentado, nuestra intervención arqueológica no sólo se restringió a la prospección superficial de las terrazas fluviales del río Palmones, sino que también, en un intento de huir de los planteamientos ambientalistas, ésta se desarrolla en las zonas de valles y montaña media-baja. Aquí, la investigación no nos ha deparado ninguna evidencia paleolítica, pero sí un interesante registro relacionable con las sociedades tribales.

Artículo publicado en el número 33 de Almoraima, revista de estudios campogibraltareños

stats