Onomástica

La vecina de Los Barrios María Rodríguez es la mujer más anciana de Andalucía con 109 años

  • El alcalde barreño le entrega un ramo de flores con motivo de su santo 

María Rodríguez, con el ramo de flores.

María Rodríguez, con el ramo de flores. / E. S.

La vecina de Los Barrios María Rodríguez Sánchez es la mujer más anciana de toda Andalucía con 109 años. Este lunes el alcalde barreño, Miguel Alconchel, la ha visitado en su domicilio en el día de su onomástica, Santa Dulce Nombre de María, y le ha entregado un ramo de flores. 

Alconchel ha estado acompañado por la primera teniente de alcalde, Sara Lobato, y la edil de Participación Ciudadana, Inmaculada Domínguez, además de familiares de la mujer centenaria.

El primer edil ha deseado a María un feliz día y sobre todo que pueda celebrarlo también el próximo año. “Es un motivo bonito como es celebrar tu santo, y más a esa edad. Por ello desde el Ayuntamiento hemos querido felicitarla y entregarle un ramo de flores y hemos pasado un rato de conversación con ella”, indica el regidor.

María Rodríguez Sánchez nació el 24 de enero de 1913 y tiene en la actualidad 109 años. En 2017, recibió el título de Ciudadanía en el Día de Andalucía por toda una vida de trabajo y sacrificio. Conocida como María Matacabras, nació en La Morisca en 1913, aunque por error está apuntada en el registro en 1914. De joven se fue a vivir a Los Barrios. Empezó a trabajar a los nueve años, haciendo recados y limpiando para señoras del pueblo. Se casó con Eduardo Guerrero en 1931, con el que tuvo tres hijos. Eduardo tuvo que partir a la Guerra. Lo hirieron en Pozoblanco y hasta allí fue María verlo con su hijo Miguel. Más tarde ejercería de matutera, viajando a Portugal, Gibraltar y Jerez tratando con tabaco, café y telas.

En alguno de estos viajes la acompañaban sus amigas Pepa y María la del Carbón. En 1971 se marchó a trabajar a Bilbao y Candanchú para volver en los 90 y trabajar en una tienda. Enviudó con tan solo 42 años y tuvo que trabajar para sacar a sus hijos adelante. Fue una vida llena de dificultades.

En 1980 murió su única hija, Pepa, a los 47años y María se hizo cargo de sus nueve nietos, la más pequeña de cinco años, mientras trabajaba en la tienda de debajo de su casa en El Palmarillo, donde residió hasta 2015.

Actualmente reside con una de sus nietas en Santa Rosa. María es muy querida por sus familiares y vecinos. A sus 109 años aún es capaz de leer y cantar.  Algunos de los paños de crochet que lucen los altares de la Iglesia son los que la propia María ha tejido con sus manos. 

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