Los Barrios

Tras las huellas del cernícalo primilla

  • La asociación Tumbabuey está anillando pollos de una colonia de cernícalos en Los Barrios para monitorizar la evolución de la población

Los miembros de Tumbabuey anillan las aves en la parroquía de San Isidro Labrador.

Los miembros de Tumbabuey anillan las aves en la parroquía de San Isidro Labrador. / Erasmo Fenoy (Los Barrios)

La asociación Tumbabuey se encuentra realizando en las últimas semanas el anillamiento de los pollos de una colonia de cernícalos primilla en Los Barrios. En concreto, los trabajos se están centrando en la Parroquia de San Isidro Labrador, donde es posible encontrar medio centenar de parejas de esta especie.

El anillamiento es una técnica que permite estudiar a los diferentes ejemplares de una misma especie a través de la colocación de una anilla en su pata con una identificación, lo que permite realizar un seguimiento de la población. El cernícalo primilla fue calificada como vulnerable en Andalucía y se produjo un declive del número de ejemplares, por lo que este control mediante el anillamiento puede servir para conocer mejor las causas de esa bajada del número de cernícalos. "Es importante saber lo que está pasando", comenta el coordinador del anillamiento, Miguel González. Los trabajos se extenderán hasta finales de julio.

La colonia de cernícalos primilla de Los Barrios no es la única existente en la comarca. En Tarifa y Algeciras también es posible encontrar ejemplares de esta especie, pero su número esta lejos de las aproximadamente cincuenta parejas que hay en el entorno de la Parroquia San Isidro Labrador. González comenta que ese número de ejemplares es "una buena noticia porque hace diez años había la mitad". El cernícalo primilla es, además, un buen controlador de plagas y ante la facilidad de encontrar alimentos, muchos permanecen en la comarca durante todo el año.

Actividad durante la cuarentena

La actividad de Tumbabuey no se limita solo al seguimiento del cernícalo primilla. También ponen una especial atención en el buitre leonado y el aguilucho cenizo. Durante los meses de cuarentena, mientras todos permanecíamos en casa, algunos miembros de esta asociación, que funciona sin ánimo de lucro, obtuvieron un permiso especial para trabajar en la protección del aguilucho cenizo, calificada también como especie vulnerable. "Gracias a ese permiso hemos conseguido proteger mucho a esta especie", comenta Miguel González. Los trabajos que se están llevando a cabo actualmente con el aguilucho cenizo se extenderán durante todo el verano, hasta el final de septiembre.

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