Acerinox aguarda con esperanza los nuevos aranceles de la Unión Europea para frenar la invasión de acero chino en el mercado

La Comisión Europea plantea doblar las tasas actuales, siguiendo el modelo impuesto por EEUU a la UE

La transición energética y la formación, principales ejes del acuerdo entre las industrias del Campo de Gibraltar y Huelva

Bobinas de acero
Bobinas de acero / Efe

Acerinox se perfila entre las grandes beneficiadas del nuevo marco arancelario que la Unión Europea ultima para blindar a la siderurgia del continente frente a la avalancha de acero procedente de China. La sobreoferta asiática, que durante los últimos años ha deprimido los precios internacionales, ha afectado de lleno a los productores europeos, que ven en este movimiento una oportunidad de recuperación. El anuncio de las futuras medidas ha impulsado con fuerza la cotización en Bolsa de la acerera con sede en Los Barrios durante los últimos días.

Actualmente, el acero importado desde China paga un arancel del 25% en la UE, una tasa que las patronales comunitarias consideran insuficiente. Bruselas estudia duplicar ese porcentaje hasta el 50%, siguiendo el modelo aplicado por Estados Unidos, según adelantaron Handelsblatt y Reuters. La Comisión Europea dará a conocer este martes los detalles del paquete, que podría incluir además una reducción drástica de las cuotas exentas de gravamen.

En este contexto, Acerinox aparece como una de las grandes beneficiadas. La compañía, que cuenta con la planta de Acerinox Europa en Los Barrios y la alemana VDM Metals, ha sufrido la presión del acero chino a bajo coste y la consiguiente caída de precios. Su consejero delegado, Bernardo Velázquez, ha denunciado en reiteradas ocasiones que las medidas de salvaguarda implantadas por la UE en 2019 han resultado insuficientes, al permitir que las importaciones asiáticas hundan el mercado y pongan en riesgo la supervivencia de la siderurgia europea.

La llegada de los aranceles podría impulsar la producción de la fábrica de Los Barrios, que está enfocada al acero de valor añadido, todo ello después de la reestructuración decidida para la planta tras la huelga de 2024 y el Pacto Social por el Empleo.

El cambio de expectativas se ha reflejado en el parqué. Las acciones de Acerinox subieron un 5,51% en la última semana, hasta cerrar el 3 de octubre en 11,88 euros, su mejor registro en meses. También ArcelorMittal y la alemana Voelstappine vivieron avances del 5,49% y el 8,86%, respectivamente.

Inundación de acero asiático

El sector lleva tiempo advirtiendo del impacto del acero importado. La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) reclama desde hace años una política de defensa que frene la entrada de producto foráneo, especialmente chino, para proteger la competitividad y el empleo en España.

Según sus datos de 2024, el consumo nacional de acero alcanzó 13,5 millones de toneladas, un 6,5% más que el año anterior, impulsado por un aumento del 3% en las importaciones (10,4 millones de toneladas). Las exportaciones, en cambio, se mantuvieron estables en 7,7 millones, generando un déficit comercial de 1.256 millones de euros.

Alfonso Hidalgo de Calcerrada, director de estudios económicos de Unesid, señala que las medidas filtradas concuerdan con las peticiones realizadas por la patronal española y son las necesarias para volver "a una situación de mercado equilibrada". "La revitalización de la industria europea pasa por abordar un proceso de descarbonización muy exigente y necesita un alto nivel de confianza para llevar a cabo las inversiones. Medidas con la garantía del largo plazo son las que ayudarán a recuperar las perspectivas de futuro", añade.

“Estamos en un momento crítico para el sector porque ha cambiado el paradigma. Necesitamos alcanzar la autonomía estratégica, pero sin más medidas de apoyo a la industria, estamos lejos de conseguirla”, apuntó Bernardo Velázquez en junio durante la junta general de la patronal Unesid, la cual preside. Para lograrlo, insiste en la necesidad de una política industrial europea sólida, precios energéticos predecibles, instrumentos eficaces de defensa comercial y un compromiso real con una transición justa.

“China produce la mitad del acero mundial y no sigue las mismas reglas del juego que la Unión Europea. No tienen los costes laborales o medioambientales que tenemos. Muchas empresas son subvencionadas por el Gobierno. Está exportando productos a precios de derribo y es muy complejo competir en estas condiciones”, recordaba Carola Hermoso, directora general de Unesid, en una entrevista con El Conciso a principios de año.

Industria europea reforzada

Tras años de tensiones comerciales, el acuerdo entre la UE y Estados Unidos ha dejado cerrado el acceso del acero europeo y asiático al mercado norteamericano. Bruselas pretende ahora consolidar su propio escudo industrial ante la posibilidad de que el excedente chino se redirija a Europa.

En la reciente cumbre social sobre el acero, organizada por Eurofer e industriAll, participó el vicepresidente comunitario de la rama Stéphane Séjourné, junto a representantes de las principales siderúrgicas. “Las salvaguardias actuales no están funcionando. Debemos contar con medidas que apoyen una utilización sostenible de la capacidad de la industria siderúrgica europea en un 80% o más”, reclamó Axel Eggert, director general de Eurofer. A su vez, Judith Kirton-Darling, secretaria general de industriAll, advirtió: “Necesitamos una acción realmente proactiva y seria por parte de la Unión Europea si queremos garantizar una protección eficaz del sector”.

El debate también abordó el mecanismo de ajuste por carbono (CBAM) y los elevados costes energéticos, dos factores que siguen condicionando la competitividad de las acereras europeas. Todo apunta a que Bruselas adoptará un modelo de protección más estricto, lo que permitiría a empresas como Acerinox operar en un entorno más protegido del acero asiático para reactivar su actividad.

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