Acerinox y la industria del acero celebran los nuevos aranceles europeos del 50% a las importaciones chinas
La Comisión Europea incluye en su propuesta una reducción de las cuotas libres de gravámenes a casi la mitad
La llegada de nuevos aranceles europeos para frenar las importaciones de acero chino impulsa a Acerinox en la Bolsa
La industria europea del acero celebra el anuncio de la Comisión Europea de proponer elevar los aranceles al 50% para revitalizar la siderurgia y poner freno a la inundación de importaciones desde China. Entre las medidas de salvaguarda se incluye la reducción a la mitad de las importaciones de acero exentas de tasas, cumpliendo las peticiones de las patronales y empresas como Acerinox.
La propuesta del ejecutivo comunitario, anunciada este martes, incluye elevar del 25 al 50 por ciento los aranceles a todas las importaciones de acero, a excepción de los aliados del espacio económico europeo.
A esto se suma una reducción del 47% en las cuotas libres de arancel existentes, fijándolas en 18,3 millones de toneladas por país. Además, las mercancías deberán facilitar la información de dónde fueron producidas, para agilizar la trazabilidad y evitar la elusión a través de terceros países.
La industria europea recibió la medida con los brazos abiertos, ya que venía pidiendo al ejecutivo comunitario que tomase medidas para proteger a las empresas y sus fábricas de la sobrecapacidad mundial producida por el acero chino.
Acerinox ha sido una de las compañías que se han sumado a las valoraciones positivas de las asociaciones empresariales, aunque pide celeridad para que se puedan aplicar a partir de 2026. No en vano, la siderúrgica de origen andaluz aparece como una de las grandes beneficiadas. La empresa, que cuenta con la planta de Acerinox Europa en Los Barrios y la alemana VDM Metals, ha sufrido la presión del acero chino a bajo coste y la consiguiente caída de precios. Su consejero delegado, Bernardo Velázquez, denunció en reiteradas ocasiones que las medidas de salvaguarda implantadas por la UE en 2019 resultaron insuficientes, al permitir que las importaciones asiáticas hundan el mercado y pongan en riesgo la supervivencia de la siderurgia europea.
La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) valora muy positivamente la propuesta y considera que se trata de un paso decisivo para garantizar la competitividad, la sostenibilidad y el empleo en la industria española y europea. La patronal española subraya la necesidad de ampliar el alcance de la medida a los productos transformados, también expuestos a la competencia desleal y a los aranceles del 50% en Estados Unidos.
“La propuesta de la Comisión es ambiciosa y muy necesaria. Restablece un marco de competencia justa, impulsa la utilización de la capacidad productiva y ofrece estabilidad y confianza a las inversiones. Es esencial para asegurar el futuro del acero europeo y de los miles de empleos que dependen de él”, afirmó Carola Hermoso, directora general de Unesid.
Por su parte, la asociación europea del acero, Eurofer, considera que las nuevas medidas suponen un paso adelante en la defensa del sector y resalta que las cuotas solo bloquean "las importaciones insostenibles". "El objetivo principal al reducir las injustas importaciones que inundan el mercado europeo es permitir que nuestras plantas operen en un ratio viable del 80 a 85%. La Comisión ha armado esta herramienta para asegurar el suministro de acero en Europa sin un gran impacto en los consumidores", expresó Axel Eggert, director general de Eurofer.
"Competencia injusta"
El vicepresidente de la Comisión Europea para Industria, Stephane Séjourné, aseguró durante la presentación pública de la propuesta de la Comisión que mantienen su promesa de "salvar la industria del acero y el metal". "Tenemos una competencia injusta que desploma los precios y debemos pararlo, por eso reaccionamos", profundizó el francés, que detalló que 2,5 millones de puestos de trabajo indirectos dependen de la siderurgia en la Unión Europea.
La iniciativa toma la forma de propuesta legislativa, por lo que deberá ser aprobada tanto por el Parlamento Europeo como por el Consejo Europeo. Séjourné confía en que el apoyo recibido por parte de grupos parlamentarios y estados miembros permita acelerar el proceso. El objetivo es que entre en vigor a partir del 30 de junio de 2026 para sustituir a la actual salvaguarda comercial para el acero.
Maroš Šefčovič, comisario de Comercio y Seguridad Económica, señaló que la sobrecapacidad del mercado mundial, producida principalmente por China, está lastrando la competitividad europea. El eslovaco resaltó que la producción de acero lleva años cayendo y el consumo actual europeo es el 67% de la producción total, cuando debería estar en un 80%. "El mercado europeo sigue expuesto a presión importadora mientras otros mercados se han protegido", insistió.
Pese a que las medidas propuestas por la Comisión copian los aranceles impuestos por Estados Unidos al acero europeo, Šefčovič marcó distancias al explicar que el mercado europeo "sigue abierto" gracias a las cuotas libres de tarifas y a los acuerdos comerciales bilaterales a los que pretenden llegar con sus más de 20 aliados.
Los mayores proveedores de acero a la UE, y principales afectados por el endurecimiento del arancel, son Turquía, India, Corea del Sur, Vietnam, China, Japón, Reino Unido y Ucrania.
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