Los Barrios

Acerinox reduce producción y ve caer sus beneficios a la mitad hasta septiembre

  • La multinacional del acero tuvo un beneficio neto de 113 millones en los primeros nueve meses del año

  • La factoría de Los Barrios trabaja a menos de un 70% de su capacidad de producción

Un trabajador de Acerinox mira una bobina en la factoría

Un trabajador de Acerinox mira una bobina en la factoría / Erasmo Fenoy

El descenso del consumo y los bajos precios provocados por la espiral de incertidumbres económicas y políticas y la presión del acero asiático continúan reflejándose en los resultados de Acerinox. Pese a la mejoría registrada en sus cuentas trimestre a trimestre a lo largo de 2019, los resultados hasta septiembre siguen mostrando una fuerte caída (49%) respecto a los registrados en el mismo periodo del año anterior. La multinacional acerera logró de enero a septiembre 113 millones de euros de beneficio neto frente a 221 millones del año anterior y su Ebitda se quedó en 290 millones de euros, frente a los 422 de un 2018 que, no obstante, registró los mejores datos de una década.

En lo que va de año, la facturación del grupo ha sido un 5% inferior a la del pasado año, quedando en 3.661 millones. También cayó la producción de acería, que en todo el grupo se quedó en 1,74 millones de toneladas, un 10% menos que en los nueve primeros meses de 2018. Según ha explicado el director financiero de la compañía, Miguel Ferrandis, durante la presentación de los resultados a los inversores, la reducción de la producción forma parte de una estrategia de la compañía para "adaptarla a las circunstancias del mercado y mantener los márgenes". Ese descenso de la producción ha tenido su reflejo en la factoría de Los Barrios, que ha estado produciendo por debajo del 70% de su capacidad.

La situación en Europa, el mercado objetivo de la planta barreña, continúa siendo "dura", en palabras de Ferrandis. La demanda de acero sigue siendo débil, con una caída del 5,4% en el consumo aparente. Y los precios siguen bajos ante la presión de las importaciones; el continente europeo sufrió en primer plano el inicio de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, al verse invadido de acero asiático cuando Estados Unidos impuso sus aranceles a este producto. Las primeras medidas de salvaguarda impuestas por la UE fueron ineficientes y aún después de una primera reforma el porcentaje de producto importado sigue siendo del 28% en Europa (aunque ha bajado un 10% respecto a 2018). Ahora se afronta una nueva reforma de esas medidas de control de la importación de acero que induce al "optimismo", al incluirse Indonesia dentro de esa salvaguarda y con investigaciones antidumping y antisubsidio iniciadas por la Unión Europea para el producto laminado en caliente.

No obstante, remarca la compañía, "no podemos depender solo del anuncio de nuevas medidas de salvaguarda". "Necesitamos nuevos niveles de eficiencia en Europa" remarca Ferrandis, para mantener la rentabilidad. En este sentido, el director financiero hizo referencia al expediente de regulación de empleo que "aún se está negociando" y que, reconoce la compañía, podría afectar a los resultados del próximo cuatrimestre en una medida aún por cuantificar.

Acerinox espera que los resultados del cuarto trimestre estén en línea con los del tercero, en el que ha logrado 44 millones de beneficio neto (un 19% más que en el trimestre anterior), una facturación de 1.220 millones (-2%) y una producción de acería de 524.425 toneladas (-5%). Durante el tercer trimestre se registró una fuerte subida del precio del níquel que tuvo que ser absorbida en los márgenes, que sufrieron especialmente en Europa y Asia. Fue la factoría de Estados Unidos la que sustentó los resultados del grupo, como en trimestres anteriores, y se espera que siga siendo North American Stainless la que tire del grupo Acerinox en los próximos tres meses, dado que el mercado norteamericano es el de mayor estabilidad.

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