Satélites de WISeKey y Fossa Systems

El futuro de La Línea está en el espacio

  • Los dos primeros satélites WISeSat ya están en órbita tras el exitoso lanzamiento de la misión Transporter-3 de la compañía de Elon Musk SpaceX

El lanzamiento del cohete espacial Falcon 9 con los satélites WISeSat.

El lanzamiento del cohete espacial Falcon 9 con los satélites WISeSat. / E. S.

El futuro de La Línea ya está en el espacio. A filo de las 16:30 de este jueves fue lanzado con éxito desde Cabo Cañaveral, dentro de la misión Transporter-3 de la compañía del magnate Elon Musk SpaceX, el cohete Falcon 9 con los primeros satélites WISeSat que serán controlados desde la estación instalada en La Línea. Es el primer paso de la alianza formada por las empresas WISeKey y Fossa Systems, encabezadas por dos linenses, Carlos Creus Moreira y Julián Fernández, para poner la primera piedra de una futura industria tecnológica que tenga su sede en el municipio. 

El proyecto que arranca este jueves es pionero en el mundo, según ha explicado el CEO de WISeKey, Carlos Moreira, a Europa Sur. "Nadie lo ha hecho, es la primera vez que se mandará una señal criptográfica desde el espacio para su uso en el internet de las cosas (Iot) con comunicación con microprocesadores. En las próximas 24 horas los satélites se conectarán a la estación instalada en La Línea y empezaremos a hacer pruebas", indica uno de los mentores de la iniciativa.

La principal pregunta es cuál será la aplicación de la constelación de minisatélites. "Ya tenemos un acuerdo con una empresa de agricultura que usa los satélites para controlar sus cultivos, sensores para enviar información sobre si temperatura es baja, hay hielo o detectar problemas. Se usará en grandes extensiones donde no hay internet. La 5G, que es una tecnología cara, compite con la comunicación por satélite, que es más barata. Otras posibles aplicaciones es para la trazabilidad de la basura generada en los municipios o para que un cliente pueda localizar un contenedor que pueda ir en un buque en alta mar", explica Carlos Creus.

La alianza entre WISeKey y Fossa Systems ya cuenta con acuerdos para poner en marcha proyectos con Naciones Unidas, Cruz Roja y distintas fundaciones para vender NFT (arte digital tokenizado para crear un certificado digital de propiedad) como una forma de refinanciar el centro de excelencia que se pretende instalar entre La Línea y Gibraltar. 

Carlos Creus Moreira. Carlos Creus Moreira.

Carlos Creus Moreira.

La capitalización del mercado de los NFT ya supera los 30.000 millones de euros y WISeKey introducirá una mejora en la seguridad de estos activos digitales únicos. El proyecto aún es confidencial, pero Creus Moreira avanza que la llave digital para poder mintear (fundir) estos activos en la red de blockchain (en la que queda confirmada su autenticidad) será enviada desde los satélites y las piezas de arte digital podrán visualizarse en WiSe.Art, plataforma de NFT lanzada por WISeKey, donde también podrán ser vendidas.

Carlos Creus destaca que 3.000 millones de objetos se van a conectar a internet y necesitarán verificación a través de satélite. Los que se han lanzado este jueves tienen una vida útil de entre dos y tres años, por lo que considera que se trata de un sector con mucho potencial. 

¿Cómo se fraguó este proyecto? Creus Moreira afirma que fue una "coincidencia" tras ver el documental de Netflix sobre La Línea y con la intención de limpiar la mala fama que pudiera tener el municipio a nivel nacional. "Me dio tristeza ver la publicidad que se le daba al pueblo. Contacté con el alcalde y me presenté como un empresario de La Línea que tenía la posibilidad de ayudar al pueblo y en ese proceso de ideas encontré a Julián con su proyecto de satélites. Invertí en su empresa y le presté ayuda porque acababa de empezar. Le conté que yo tenía una empresa que cotizaba en el Nasdaq y a partir de ahí integramos nuestras tecnologías para crear un satélite más poderoso con la condición de que el centro de control se instalara en La Línea. Mis ingenieros ayudaron a los suyos y luego llegó la parte de Gibraltar, con su ministro principal, con la idea de crear una zona tecnológica entre La Línea y el Peñón", destaca el empresario. 

La intención de todo este proyecto es que en un plazo no superior a cinco años se pueda instalar en La Línea un centro tecnológico formado por distintos edificios en los que se puedan instalar servidores e instalaciones de desarrollo y ensamblaje de picosatélites y en la que comiencen a trabajar programadores, expertos en tecnología blockchain, inteligencia artificial, internet de las cosas o big data, con vistas a su aplicación en el núcleo industrial y en el Puerto de Algeciras

Carlos Creus Moreira aporta su experiencia como vicepresidente de Málaga Valley, que se puso en marcha hace unos años y ya cuenta con unas 60 compañías extranjeras establecidas, casi todas agrupadas en el Málaga Tech Park (Parque Tecnológico de Andalucía), que reúne a 621 empresas y más de 20.000 trabajadores. "Nuestra idea es replicar en La Línea lo que hicimos en Málaga, pero con tecnologías de la cuarta revolución industrial", destaca el CEO de WISeKey. Esas tecnologías incluyen la robótica, inteligencia artificial, cadena de bloques (blockchain), nanotecnología, computación cuántica, biotecnología, internet de las cosas, impresión 3D y vehículos autónomos.

Julián Fernández. Julián Fernández.

Julián Fernández.

La otra pata del proyecto la pone Julián Fernández, de 18 años, con FOSSA Systems, empresa aeroespacial que brinda comunicaciones IoT dedicadas y seguras a empresas y instituciones, con activos en zonas remotas, mediante plataformas de satélites y sensores. Tras lanzar su primer picosatélite al espacio con 16 años, fundó la empresa en 2020 con el objetivo de democratizar el acceso al espacio y combina la miniaturización tecnológica con técnicas de producción en masa, reduciendo el coste de desarrollo de sus plataformas y, en consecuencia, el coste de las comunicaciones. 

La tecnología de picosatélites de Fossa Systems, apoyada por empresas como SpaceX, que han reducido considerablemente el coste de lanzar satélites al espacio, ayuda a lograr esa democratización del espacio. "Lanzar un satélite costaba 20 millones hace unos años, pero Julián puede lanzarlo ahora por menos de 200.000 euros. Eso permite a las empresas posicionarse en la industria del satélite, por eso hablamos de low cost dentro del mundo del satélite", explicó Moreira en la presentación de la alianza para poner en funcionamiento este centro en La Línea.

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