La futura residencia de ancianos de Diputación sirve de establo para burros

El edificio que comenzó a construirse en Santa Margarita se encuentra abandonado desde que se paralizaron las obras, a mediados de 2012 No hay fecha para la reanudación de las obras

Algunos de los burros que viven en el edificio de la nueva residencia de ancianos.
Algunos de los burros que viven en el edificio de la nueva residencia de ancianos.
R. M. La Línea

30 de junio 2014 - 01:00

El edificio de la que será la futura Residencia Provincial de Mayores de La Línea, que comenzó a levantarse en Santa Margarita y cuyas obras llevan paralizadas desde mediados de 2012, sirve de establo para casi una decena de asnos. La peculiar estampa puede verla cualquiera que pase cerca de la otra gran estructura fantasma de la ciudad junto con el nuevo hospital comarcal.

El dueño de los burros ha aprovechado la existencia de este espacio para que los animales puedan vivir allí sin estar a la intemperie. Al menos tiene un uso, ya que la construcción de la residencia tenía que haber finalizado en octubre de 2012 y haber entrado en funcionamiento poco después.

De hecho la finalización y puesta en marcha de la nueva residencia provincial de mayores de La Línea es una de las reivindicaciones de colectivos como la Mesa de Trabajo por La Línea, que viene tiempo solicitando a la Diputación de Cádiz inversiones para que se acometan las últimas obras en el edificio.

Las obras de construcción de este centro comenzaran en abril de 2011 en una parcela de 9.732 metros cuadrados ubicada en la urbanización de Santa Margarita, que fue cedida por el Ayuntamiento linense para este fin. La Diputación pretendía convertir esta nueva residencia en un centro de referencia en la provincia por sus instalaciones adaptadas a las necesidades de las personas dependientes y por su modelo organizativo, que incluía un 40% de habitaciones individuales. La nueva residencia contemplaba de 100 plazas para personas mayores de la localidad y alrededores en situación de dependencia, cuya gestión correrá a cargo de la Diputación, gracias a un concierto con la Consejería de Igualdad y Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía. La residencia atenderá, si es que un día se finalizan las obras, las solicitudes que presenten los Servicios Sociales comunitarios de los diferentes ayuntamientos de la comarca del Campo de Gibraltar.

Este centro de mayores debe sustituir al que actualmente funciona en la localidad, que está anticuado y que incluso la Diputación reconocía que debía ser objeto de reformas para acondicionarlo a los nuevos requisitos legales de atención a la dependencia. La antigua residencia tiene sólo operativas tres de sus cinco plantas y atiende a una treintena de ancianos, y lleva tiempo esperando que se concierten más plazas, ya que no se están cubriendo las habitaciones que quedan vacantes.

Por ahora el fin de las obras de este centro no se atisba. A finales de 2013 la Diputación de Cádiz decidió retirar 2,1 de los 2,4 millones de euros que había previsto gastar en su construcción para ese año. Esos poco más de dos millones de euros los destinó al Plan Reactiva, con el que todos los municipios gaditanos recibieron 55.000 euros para acometer obras.

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