La Línea

La primera familia de 'bebés robados' cree que murieron

  • Cristina Díaz afirma que todo se ha debido a un "cúmulo de coincidencias" y que debe haber otro libro de inhumaciones

Cristina Díaz Carrasco, que en noviembre de 2010 denunció la desaparición de su hermano tras nacer en La Línea y que destapó una supuesta trama de 'bebés robados', primero en esta ciudad y luego en todo el país, cree ahora que estos recién nacidos murieron y que todo se ha debido a un cúmulo de coincidencias y errores, al menos en lo que a los casos de este municipio se refiere. Sólo en La Línea son más de 100 las denuncias que se dirimen en la actualidad en el juzgado. Decenas de familias han prestado ya declaración ante el juez y les han sido tomadas muestras de ADN aunque el proceso continúa bajo secreto de sumario. Además, han sido realizadas seis exhumaciones por orden judicial.

Cristina Díaz explicó que ha llegado a esta conclusión "tras meses de investigación. No consta. Esas dos malditas palabras hicieron creer que esos bebés jamás fallecieron -refiriéndose a que en el cementerio no constaba que estos bebés fueran enterrados en la práctica totalidad de los casos-. Entonces comenzó la búsqueda. Con cada documento oficial que nos encontrábamos creíamos estar en lo cierto: coincidencias de firmas de funerarios en calidad de testigos (algo que es normal dentro de un protocolo según he podido comprobar), que el hospital se hubiese hecho cargo del enterramiento (actualmente sigue siendo así ), legajos de abortos con las mismas causas, certificados de defunción con irregularidades e historiales clínicos incompletos y su tardanza a la hora de la entrega. Todo eso hacía pensar que era una mera burla para ocultar algo. Cada paso que se daba adentraba más la posibilidad del fraude del engaño a esas madres", señaló.

Cristina recordó que la Fiscalía de Algeciras decidió abrir diligencias de oficio ante tantas denuncias. "Todos creíamos que estábamos en lo cierto ante esa tesitura. Hubo declaraciones, muestras de ADN y exhumaciones", explicó. Sin embargo, aseguró que fue la llamada de una afectada la que le hizo dudar. "A su madre la habían llamado hacía algunos años para que se hiciese cargo de la tumba de su hermano o pasaría al osario común. Me pregunté de dónde sacaron los datos si su hermano no constaba como enterrado en el libro de inhumaciones. Esa misma semana se produjo la segunda exhumación por orden judicial. En dicho caso no constaba el enterramiento pero sí su traslado al columbario años después. Ahí me di cuenta de que algo fallaba, que podía existir otro libro de inhumaciones y que el mismo podía haber sido extraviado".

Con ayuda de otra afectada, I.G.G., Cristina afirmó que comenzó a montar el puzzle, que contactó con uno de los mejores forenses de Andalucía que le explicó que es posible no hallar nada en el ataúd de un recién nacido -como ocurrió en una de las exhumaciones de La Línea- "porque la composición del hueso de un neonato no es la misma que la de un adulto y factores medioambientales favorecen su desintegración. También contacté con personal médico que me explicó la imposibilidad de sobrevivir de un neonato ante las causas que yo le expuse".

Además, insistió en que sigue siendo normal que el hospital se encargue de los entierros de recién nacidos y que personal de funerarias firme en los legajos de aborto, como ocurría en La Línea "y así ha pasado en otras ciudades".

Por último, aseguró que el tiempo demostrará si está o no equivocada: "Si no lo estoy pido perdón a quienes haya podido causar algún daño . El secreto de sumario alienta o desalienta a muchas familias pero espero que cuando se levante dé la paz que un día volvimos guerra".

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