Los policías acusados de pegar a un menor denuncian a éste y a su madre

A.C.M, el menor que denunció a un policía nacional adscrito a la Comisaría de La Línea por, supuestamente, propinarle una paliza, y la madre de aquel están a su vez denunciados por efectivos del cuerpo por agresión, según confirmaron ayer a este diario fuentes policiales. La versión de los hechos, ocurridos el pasado 12 de julio durante la Coronación de la Feria linense, distan mucho entre la ofrecida por la familia del menor a raíz de lo narrado por éste y por los agentes que se vieron involucrados en los hechos.

Europa Sur publicó en su edición de ayer, previa constatación de que existía un proceso judicial en marcha, que A.C.M. había denunciado a un policía nacional de la localidad por una supuesta agresión que le produjo policontusiones en varias zonas del cuerpo, acreditadas éstas por el parte de lesiones.

La narración de los hechos del chaval y de su madre responsabilizaba a los policías de una actitud hostil, de haberse sobrepasado en sus actuaciones y de no haberle garantizado los derechos que le corresponden al tratarse de una persona de menos de 18 años.

Un miembro del cuerpo y un testigo expresaron ayer a este periódico su convencimiento de que la narración ofrecida no refleja lo sucedido.

Según esta nueva versión, A.C.M. estaba envuelto en una pelea multitudinaria y su madre, que abandonó el local que regente en la zona, agredió a uno de los chavales que estaba forcejeando con su hija.

La progenitora tuvo que ser reducida por una de las policías que actuaba para evitar que siguiese agrediendo al chico y -así reza en las diligencias, siempre según la versión policial- se revolvió y agredió a la agente.

Esta policía nacional no sólo ha presentado una denuncia contra la madre del menor, sino que adjunta un parte de lesiones.

Una vez finalizada la actuación y confirmadas las identidades de los protagonistas, las fuerzas del orden abandonaron la zona hasta que, aproximadamente una hora después, fueron requeridas por ciudadanos por cuanto se estaba produciendo una nueva refriega en la zona, en la que, comprobaron, estaba envuelto de nuevo A.C.M.

Los policías sostienen que el menor mantuvo en todo momento una actitud violenta, que les insultó y que incluso llegó a romper la camisa a uno de ellos (también está reflejado así en las diligencias), por lo que tuvo que ser reducido y llevado a los calabozos de la Comisaría, en la que, sostiene la versión oficial, se le respetaron todos los derechos que exige la ley, incluido el de no compartirlos con ciudadanos de más de 18 años.