Los orígenes de la Calle del Águila (II)
a través del tiempo memoria gráfica
La vía se va haciendo más ancha y en esa zona nueva florecen los patios de vecinos y cocheras, mientras que la zona más antigua y más estrecha alberga los comercios más importantes
VAMOS a centrarnos ahora en la situación de la calle del Águila, la cual tiene su entrada por este estrecho callejón, que se llamó del pescado con la calle del Clavel y desemboca en la de San Cayetano, antiguo carril de Fava y la cruzan las de San José, antiguamente llamada Roteño, y Gibraltar y al final desemboca de frente con Sol, antigua General Várela.
A lo largo de los años la calle del Águila se ha ido prolongando con buena anchura hasta la de San Cayetano, donde se construyeron los patios de vecinos y cocheras como los de Parody, La Serrana, Balloqui, Moya y otras viviendas de planta baja de mamposterías. El Patio Parody con sus anchas portadas, que sirvieron de cocheras, era un patio de enorme extensión con fachadas a la Avenida Héroes del Alcázar, calle Gibraltar, San Cayetano y Águila, que databa del año 1.875. Aquí encerraban sus vehículos, conocidos cocheros como Agapito el cochero, José el de Catalina, Miguel Orrillo, Quintero, José Benítez y Paco Cabrera, pero este ultimo en vez de coches, tenía caballos, varios puras sangre de carrera.
También se usaron algunas de esas cocheras como viviendas y como locales comerciales, como una pequeña fabrica de barquillos de París, la Barbería de Bravo, y en la esquina de la calle San Cayetano estuvo la tienda de comestibles de Guillermo el valenciano y la de Doña Ramona Kile.
En cambio en su parte más estrecha y también la mas antigua es donde se establecen sus comercios más importantes, en sus primeros tiempos como Bodega de Ramírez Maresco. Ésta bodega era muy frecuentada por trabajadores, cocheros, carboneros y otros parroquianos. Trabajaban en aquel establecimiento, como mozos de mostrador, dos individuos que se distinguían por sus lenguajes dicharacheros y costumbres picarescas, conocido por el Talero y el Bicho. También se encontraba la Posada El Águila, la Posada El Sol, la Posada de Clavero y en la esquina por la calle San José, se estableció otra bodega de Ramírez, luego un café cantante llamado el Plus Ultra y ya en los últimos tiempos Bodega la Esteponera.
El Imperial Cinema esta construido sobre el solar que fuera de un viejo patio de vecinos y casa de dos plantas con vista a la calle del Clavel entre los años 1.938 y 1.940 por don Pedro García Fernández. También en la esquina con la calle Jardines hubo un café de Frasquito Villanueva y otro establecimiento de bebidas llamado Casa Aurelio, el de la Chiclanera. Otros de los bares de esta calle era el bar Los Lunares (El Submarino) y no nos podemos olvidar del Kiosco de Caramelos de Adela, frente al Imperial y a la espalda el carrillo taller mecánico y vendedor de aire Manolo.
Donde se encuentra hoy el edificio de dos plantas en la esquina de la calle San José, residencia y consulta del doctor don Eloy García Moreno, existía antiguamente una vieja casucha de mampostería donde vendía carbón vegetal y paja el Señor Rodrigo, y al lado la herrería de Heredia y en el mismo Patio de Moya había un bar llamado El Reñidero. Como se puede apreciar, esta pequeña y estrecha calle, estuvo llena de vida.
Durante 67 años esta calle se llamó del Águila y el día 30 de julio de 1.937 y durante una significativa y sencilla ceremonia con la presencia del jefe local de Falange, el cura párroco padre Don Juan Rodríguez Cantizano y otras autoridades civiles y militares de la localidad, la calle del Águila, recibe el nuevo nombre de Antonio García Bueno, calle que lo vio nacer. En la actualidad se le volvió a poner el nombre de Calle del Águila.
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