Los incendios y la contaminación del mar, principales riesgos para La Línea

El Plan de Emergencias Municipal, pendiente de homologación, analiza los indicentes que pueden activar el protocolo El actual documento data del año 2002 y está obsoleto

La avenida de España, totalmente inundada, el 1 de noviembre del año pasado.
La avenida de España, totalmente inundada, el 1 de noviembre del año pasado.
Rafa Máiquez La Línea

29 de octubre 2016 - 01:00

La Línea contará con un Plan de Emergencia Municipal actualizado una vez que la comisión de Protección Civil de Andalucía dé luz verde a su homologación. En el último pleno ordinario la corporación municipal aprobó el nuevo documento, que renueva el actual, vigente desde el 22 de marzo de 2002. Su objetivo es que se pueda prestar una mejor asistencia a la ciudadanía en caso de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública y optimizar el esquema de coordinación entre las distintas administraciones públicas llamadas a intervenir. Las incidencias que pueden poner en mayor riesgo a la ciudad, según el documento, son la contaminación del litoral y los incendios forestales.

El Plan de Emergencia Municipal se hace un análisis de los riesgos con planificación especial o específica que afectan a la localidad. Éstos son riesgo por inundaciones, sísmico, por incendios forestales, por transporte de mercancías peligrosas y por contaminación en el litoral. Catalogados como otros tipos de riesgos están los metereológicos, por incendios urbanos, por grandes concentraciones de personas -especialmente durante la Velada y Fiestas- y por olas de frío o calor.

Por valoración, los riesgos que tienen una catalogación más alta son por contaminación de litoral y por incendios forestales. En el primero de ellos el plan recoge el peligro por la actividad industrial que se desarrolla en la costa, que tiene 10,2 kilómetros de longitud. En cuanto a los incendios forestales el documento destaca que en La Línea hay una zona de peligro que comprende "amplias extensiones" de matorral denso, que afecta a áreas residenciales, especialmente en La Alcaidesa y en menor densidad de cobertura vegetal en el caso de Santa Margarita y Zabal Alto. Cabe recordar que en julio un fuego calcinó 376 hectáreas que provocó el desalojo de 545 personas de un hotel y un albergue y se declaró el nivel 1 de emergencia.

El plan recoge que durante los últimos años se ha perdido matorral denso en la ladera este de Sierra Carbonera debido a los incendios "presumiblemente intencionados, que vienen ocurriendo en verano desde hace decenas de años, con intervalos de dos o tres años". Destaca el documento que el caso de que soplen vientos de componente oeste de cierta intensidad el posible fuego puede extenderse hacia los núcleos de población "que están además en continuo crecimiento", como son Santa Margarita, Los Almendros, La Viña o Venta Melchor. También recalca que en la Alcaidesa, al haber más zonas de matorral y arboleda entre las urbanizaciones, cualquier dirección del viento puede afectar a las viviendas.

Las inundaciones y los accidentes de vehículos que transporten mercancías peligrosas están catalogados como de riesgo medio. En cuanto a las inundaciones, que afectaron a buena parte de la ciudad el 1 de noviembre del año pasado, el Plan de Emergencia Municipal indica que el régimen irregular de precipitaciones en la comarca y la planicie donde se asienta el casco urbano son las causas de que las inundaciones se hayan sucedido a lo largo de la historia de la ciudad. "Aunque se están realizando grandes esfuerzos en dotar al municipio de la infraestructura necesaria y de las medidas preventivas correspondientes (limpieza de cauces, canales y cunetas, limpieza de imbornales), este riesgo siempre está latente sobre nuestro territorio, aunque cada vez con menos importancia debido al bajo nivel freático", indica el documento.

También expone el plan que la zona del Zabal, por donde pasan algunos arroyos que bajan de Sierra Carbonera, se ve "muy afectada", ya que suelen desbordarse con facilidad cuando las precipitaciones son intensas.

El riesgo por accidente en el transporte de mercancías peligrosas viene originado por las dos carreteras de acceso a la ciudad y por la presencia de establecimientos que superan unas determinadas cantidades de sustancias peligrosas. Son siete gasolineras -una de ellas también cuenta con un depósito de gas natural-, un lugar de almacenamiento y distribución de gas butano y propano, otro de productos químicos y la depuradora de aguas residuales. El plan también contempla que la ciudad podría verse afectada por accidentes graves que tuvieran lugar en el aeropuerto de Gibraltar, la zona de almacenaje de combustible del puerto gibraltareño o en la refinería de San Roque.

El resto de peligros a los que está expuesto el municipio de La Línea está catalogado como de bajo riesgo.

El plan recoge una relación de las instalaciones más vulnerables, como colegios, centros sanitarios, los centros de distribución de agua y otros servicios y los edificios catalogados como bien cultural.

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