El equipo de gobierno saca adelante en solitario el incremento del IBI

El equipo de gobierno del PP aprobó ayer en solitario el incremento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), cuyo coeficiente pasará en 2010 del 0,98 al 1,1, el máximo legal permitido, en el transcurso de un pleno extraordinario tenso y sacudido por el impago de la nómina de octubre.

El PP también sacó adelante la modificación de las ordenanzas fiscales del Impuesto sobre el Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, el Impuesto de Construcciones y Obras, el de Vehículos de Tracción Mecánica y el de Actividades Económicas, respectivamente. La oposición en pleno votó en contra de las dos primeras modificaciones, mientras que en la tercera hubo abstención de IU y PSOE y en la cuarta, abstención de IU. Todas estas aprobaciones son provisionales.

Antes de iniciarse el debate fue necesario votar la urgencia de la sesión. Unidad por La Línea (UPL) rechazó la urgencia al considerar que no es "el momento adecuado" para aumentar la carga impositiva al ciudadano, mientras que IU criticó que si la intención del Ayuntamiento era empezar a aplicar las nuevas ordenanzas el 1 de enero de 2010, el expediente "debería haberse iniciado antes y no ahora deprisa y corriendo". Por su parte, el PSOE alegó la "inoportunidad" de la sesión.

Tras dar luz verde el equipo de gobierno a la urgencia arrancaron las intervenciones de los grupos municipales. García Buendía, de UPL, expuso que lo elevado al pleno no era "una simple modificación de ordenanzas, sino una subida de impuestos que ya de por sí son altos y sin olvidar la tasa de la basura. Nosotros votamos en su día a favor del plan de saneamiento financiero, pero también advertimos de que no aprobaríamos un aumento fiscal. De hecho, habría que bajar los impuestos y aplicar una política económica de contención del gasto muy fuerte", puntualizó.

En este punto, el edil hizo hincapié en el aumento del IBI y en el Impuesto de Construcciones, "que sitúa en 323 euros el metro cuadrado para la reforma de una vivienda, y eso es el mínimo".

Tomó entonces la palabra el concejal de IU, Andrés Martín, quien antes de hacer su exposición instó al alcalde, Alejandro Sánchez, a escuchar los argumentos de la oposición "en lugar de aprovechar para departir con la secretaria general y el interventor". En el primer episodio de tensión durante el pleno, el regidor respondió a Martín, "que es muy dado a postularse como abogado de los pobres", que era capaz de estar atento a las intervenciones del resto de grupos y, al mismo tiempo, de realizar consultas necesarias. "No hablamos precisamente del tiempo que hace en Talavera de la Reina", apostilló.

Volviendo al debate fiscal, el edil de IU señaló que las modificaciones propuestas por el PP "ni proceden, ni son obligatorias, ya que hay otras formas de lograr el equilibrio presupuestario y los impuestos están casi todos al máximo. Es una decisión soberana de ustedes, que no paran de escudarse en la crisis nacional. Una crisis que existe ahora pero que no existía en 1999 cuando llegaron al Ayuntamiento. Aquí la crisis es crónica", apuntó.

Llegó el turno del PSOE. Ejerció como portavoz Manuel Barros ante la ausencia de Miguel Tornay por enfermedad. Barros empezó su intervención lamentando que el alcalde vea "posibles manos negras" en el retraso que está sufriendo la concesión del préstamo solicitado para pagar la nómina. En este sentido, Sánchez respondió al portavoz que no debía "leer más allá en sus palabras sobre este asunto, pues he destacado la lealtad institucional que el Ayuntamiento está encontrando". Sobre las ordenanzas fiscales, Barros expresó la total disconformidad de su grupo con el nuevo articulado: "Dada la situación en la que estamos y el hecho de que ustedes quieren vincular estas medidas in extremis al plan de saneamiento, no podemos votar a favor".

Por último, el portavoz municipal del equipo de gobierno, Juan Montero, defendió que La Línea "sigue teniendo la presión fiscal más baja de los municipios andaluces con los que comparte características", y anunció que el PP está preparando un presupuesto "que supondrá un recorte considerable en los gastos corrientes".