La Línea

Fernando Aragón reivindica un mejor futuro para La Línea en el 149 aniversario de la ciudad

  • El concejal socialista durante el anterior mandato repasa la historia del municipio, siempre vinculado a Gibraltar

Fernando Aragón, durante su discurso en el salón de plenos de La Línea

Fernando Aragón, durante su discurso en el salón de plenos de La Línea / Erasmo Fenoy

La Línea ha celebrado este sábado el 149 aniversario de la formación de su primera corporación municipal con un pleno institucional en el que Fernando Aragón, concejal socialista durante el anterior mandato, ha ofrecido un discurso reivindicativo en el que ha repasado toda la historia del municipio, siempre vinculado a Gibraltar, entremezclando vivencias de su familia. Aragón ha demandando un trato diferenciado para La Línea, petición histórica que nunca se ha tenido en cuenta. “Si ha habido un denominador común a lo largo de la historia, ha sido el trasladar a instancias superiores esa necesidad de trato singular que necesita y que se merece La Línea después de haber soportado sobre sus únicas espaldas el peso de las políticas de Estado sobre Gibraltar durante tantos años”, destacó el socialista.

“Necesitamos un futuro en el que consigamos sacudirnos la lacra del contrabando y del narcotráfico. Ese futuro se construye con medidas que ofrezcan alternativas reales, sobre todo para los jóvenes que ven como una solución las actividades fuera de la ley”, indicó Aragón en su discurso.

El Brexit y la necesidad de que el Gobierno ofrezca medidas para paliar sus posibles efectos adversos también han estado en la comparecencia: “La Línea será la principal afectada por el Brexit. Las medidas son insuficientes. No es de recibo que en el Plan Especial anunciado por el Gobierno solo se contemple para la ciudad un juzgado y refuerzos en los cuerpos de seguridad. Es un agravio comparativo con el resto de poblaciones de la comarca, siendo La Línea la población más necesitada”.

Además de estas reivindicaciones, Aragón hizo un repaso por la historia del municipio, siempre vinculada a Gibraltar. Recordó que el germen de la ciudad fue la Línea de Contravalación de la plaza de Gibraltar, cuya construcción comenzó en 1730, y empezó a atraer nuevos habitantes. “En 1810, esta estructura fue destruida por los ingleses para intentar evitar un posible asalto de los franceses y bajo las ruinas comenzaron a construirse chozas y barracas. En 1870 se logra la segregación del municipio de San Roque y para 1900 la población llega a ser de unas 30.000 personas”.

El encargado de oficiar el discurso no dejó atrás los momentos difíciles del municipio. “Tras el estallido de la Guerra Civil muchos se quedaron en Gibraltar. Mi abuelo salvó la vida por eso”, recordó Aragón.

Poco a poco se fue acercando el cierre de la Verja en 1969. “Se fueron retirando los pases de trabajador en Gibraltar y se dejaban de cubrir las bajas. Hasta que se cerró la Verja. “Esa decisión provocó una profunda brecha de 13 años de aislamiento que aún tiene consecuencias: el éxodo de miles de linenses, el hundimiento económico, familias que quedaron separadas… Fue un segundo Muro de Berlín. ¡Cuánto ha sufrido nuestro pueblo!”.

Aragón recordó que las ayudas que llegaron desde el Gobierno franquista fueron insuficientes. “Se ofrecieron puestos de conserje o celador por toda España y familias y amigos quedaron separados. También fueron un gran engaño las industrias que se desarrollaron tras el cierre de Gibraltar. Y el Plan de Desarrollo para el Campo de Gibraltar fue una auténtica estafa”.

En 1982, con la apertura de la Verja, la situación comenzó a normalizarse, aunque las demandas de entonces aún siguen vigentes. “Desde entonces no hay nada nuevo bajo el sol. La frontera se sigue usando cuando se quiere reivindicar la soberanía de Gibraltar.

Aragón finalizó su discurso con la definición de linense de Francisco Tornay: “La Línea es un pueblo permanentemente abierto a la esperanza, que vive ilusionado con el futuro aunque el presente siga siendo duro y hostil. Que está acostumbrado a luchar contra la adversidad y que olvida las penas y sus problemas derrochando cordialidad”. “Por el futuro de La Línea, ¡viva La Línea”.

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