"Todo lo conseguido ha sido con gran esfuerzo, no nos han dado nada gratis"

María Luisa Escribano lleva más de 30 años luchando por la integración de las personas con discapacidad intelectual. Gracias a su esfuerzo y al de otras muchas personas se han obtenido logros importantes pero aún quedan metas por conseguir.

-¿Cuándo decidió dedicar su vida a las personas con discapacidad intelectual?

-Bueno, yo empecé a interesarme por los temas sociales a los 15 años, entonces estaba estudiando pero ya estaba metida en movimientos vecinales y asociativos. Luego estudié Magisterio y a finales de los sesenta me marché a Madrid para hacer la especialidad de Pedagogía Terapéutica y Audición. Cuando volví había un grupo de padres de La Línea que tenían que llevar a sus hijos a Algeciras a Educación Especial y la Inspección Educativa me propuso crear un aula aquí y con ilusiones, trabajo y constancia lo conseguimos.

Luego fui delegada provincial de Asuntos Sociales, también concejal en la materia, viajé, leí mucho, me interesé por los problemas del colectivo y con el apoyo de las familias fuimos consiguiendo más cosas. De hecho, en 1984 me dieron la Medalla Alfonso X el Sabio por los programas de integración que estábamos haciendo, ya que se había aprobado la ley dos años antes, pero aquí llevábamos hablando de integración desde el año 72. Nosotros ya teníamos un camino recorrido gracias al apoyo de las familias, los profesionales y la Administración. Pusimos en marcha todas la aulas de integración de la comarca e impartí cursos de pedagogía terapéutica en Algeciras.

La labor de Asansull fue creciendo porque cuando los chicos terminaban la escolaridad se quedaban en sus casas porque no tenían alternativa, así que empezamos con los centros ocupacionales y la formación en el empleo, después nos centramos en la atención a los que más lo necesitaban y así seguimos.

-Dando respuestas

-Durante todo este tiempo lo que hemos hecho es aportar soluciones a las necesidades. Cuando un movimiento asociativo está vertebrado, como es nuestro caso, con reclamaciones y apuestas serias y concretas, las administraciones ven que es necesario acometer actuaciones.

-¿Cuál era el principal objetivo entonces?

-Queríamos derechos para las personas con discapacidad intelectual, no beneficiencia, ni caridad. Nosotros hicimos visible al colectivo porque hasta entonces no lo era; tuvimos que ir a las casas y convencer a las familias de que sus hijos tenían derechos, que había prestaciones sociales y ayudas a las que podían optar; que tenían que apoyarlos y así hemos recorrido un largo camino desde la aprobación de la Ley de Integración Social de 1982 hasta la Ley de Promoción de la Autonomía de 2006. Ahora la autonomía es un derecho del colectivo.

-Ha sido entonces un camino largo y difícil.

-Pues sí, ha sido largo y difícil pero muy gratificante al mismo tiempo porque hemos visto avances y logros. Pero eso sí, nada nos viene gratuito, todo lo que hemos conseguido ha sido con esfuerzo y trabajo, no nos han dado nada gratis, aunque sí hemos contado con la comprensión y el apoyo de muchos.

-¿A qué retos se enfrenta ahora Asansull?

-Queremos que se lleve a cabo el segundo plan de atención a la discapacidad en Andalucía, de hecho, las asociaciones y la administración pública ya estamos trabajando en esto, y por supuesto queremos que la promoción de la autonomía sea real. Nadie quiere depender de nadie, queremos que se den los apoyos e instrumentos necesarios para que nadie tenga que ser dependiente.

-¿Qué siente al habérsele sido concedida la Medalla de Oro de la Comarca por su labor social?

-Siento una gran alegría y satisfacción y se lo agradezco a la Mancomunidad de Municipios. Tengo que decir que la acepto en nombre de Asansull y de todos los que hacemos esto posible porque no es trabajo de uno solo sino de todas las familias y voluntarios, incluido el importante apoyo que hemos recibido de las administraciones, que también han colaborado para que podamos hacer nuestra labor.